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Problemas de bombeo | 
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| La huelga general en Venezuela ha aumentado la temperatura en Caracas y los precios del petróleo a nivel mundial. Casi todas los surtidores de combustible en la ciudad capital tienen las mismas características: largas colas de cientos de vehículos, soldados aburridos custodiando y dirigiendo el tránsito y gente molesta por esperar hasta más de tres horas para llenar su tanque de gasolina.
Pero la crisis petrolera no sólo afecta a Venezuela. En Estados Unidos, las reservas de petróleo y sus derivados han caido al nivel más bajo desde 1975, niveles que podrían posponer la guerra contra Irak. Los precios del combustible han subido 5 centavos por galón, y si la producción no se reanuda pronto, subirá otro diez centavos para el verano. La empresa Citgo (de Petróleos de Venezuela y que opera en Estados Unidos) ha tenido que comprar petróleo en el mercado abierto para poder garantizar la producción de derivados.
A pesar de todo, Chavez permanece en el poder controlando la situación. Las pequeñas empresas han abierto de nuevo, los empleados están volviendo gradualmente al trabajo, y el mercado negro está prosperando. Muchos venezolanos son pesimistas. Dicen que la situación es más probable que empeore en vez de mejorar.
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Este es el resumen del artículo "Problemas de bombeo" publicado en Febrero 3, 2003 en la revista Fortune.
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