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Olvide la clase de introducción a la Economía



Revista: Knowledge @ Wharton
Tema: Economía
Fecha: Octubre 16, 2007
Olvídese de todo lo que aprendió sobre los mercados en la clase de introducción a la economía. En un nuevo libro titulado La tiranía del mercado: por qué no siempre podemos obtener lo que queremos, el profesor de negocios y políticas públicas Joel Waldfogel desafía la idea de que los mercados proveerán adecuadamente si no se los toca. Según este popular punto de vista, los mercados le permiten a todo el mundo obtener lo que quiere, independientemente de lo que quieran los demás, mientras que las asignaciones por parte del gobierno imponen lo que John Stuart Mill llamaba la “tiranía de la mayoría”; es decir, uno obtiene lo que quiere sólo si la mayoría así lo quiere. Esta clara distinción entre mercados y gobierno, ya anunciada por Milton Friedman en su libro Capitalismo y libertad, ha sido la base para dejar que los mercados decidan una gran variedad de asuntos. Pero, según Waldfogel, la tiranía de la mayoría también está presente en muchos mercados, beneficiando a algunos, dañando a otros y no siempre promoviendo la eficiencia.

La tiranía de la mayoría (Waldfogel la llama la “tiranía del mercado”) surge a partir de dos condiciones. Primero, la producción supone grandes costos fijos; y, segundo, las preferencias difieren entre los grupos de consumidores. Los altos costos fijos limitan el número de productos que el mercado puede ofrecer rentablemente, así que sólo los grandes grupos obtienen productos atractivos. Y cuando las preferencias difieren entre los grupos, las “preferencias de las minorías” nunca son satisfechas.

La visión del libre mercado perfecto ha influido mucho en las políticas públicas contemporáneas, por lo general emparejadas con una cínica visión de la intervención gubernamental. Waldfogel cita las palabras del presidente George W. Bush a propósito de la celebración de los noventa años de Friedman: “Milton Friedman nos ha demostrado que cuando el gobierno trata de sustituir sus propios juicios por los juicios de la gente libre, el resultado suele ser desastroso. En contraste con la mano invisible del mercado, que mejora la vida de la gente” –continúa Bush, “el pie invisible del gobierno pisotea las esperanzas de la gente y destruye sus sueños”. Waldfogel ofrece una serie de estudios empíricos que invalidan esta visión. “Mi objetivo en este trabajo no es decir que Friedman esté equivocado sino demostrar que la dicotomía de Friedman entre mercado y elección colectiva no es correcta. En muchos mercados, sólo obtengo aquello que también quieren muchas otras personas”.

Waldfogel ofrece “una visión más moderada de las ‘maravillas del mercado’ y del ‘malvado gobierno’”. En su libro señala que, si bien el mercado hace un buen trabajo cuando se trata de proveer productos deseados por la mayoría, fracasa cuando se trata de satisfacer las necesidades de consumidores con preferencias menos prevalentes.




Este es el resumen del artículo "Olvide la clase de introducción a la Economía" publicado en Octubre 16, 2007 en la revista Knowledge @ Wharton.

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