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Impóngase metas no haga resoluciones | 
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| Imagine que usted es un asesor de la industria de “resoluciones de Año Nuevo”. Sus clientes son un grupito muy disfuncional. Cada enero anuncian orgullosamente sus resoluciones y, dos semanas después, ni se recuerdan de las mismas. Si hubieran establecido metas, todos se sentirían fracasados; pero las resoluciones se pueden dejar pasar. Así pues, ¿cómo nos podemos asegurar de que nuestro negocio esté estableciendo metas y no resoluciones?
Para determinar si su negocio está persiguiendo una meta o una resolución, siga la diversión. Lo divertido de las metas está en su culminación. Si nuestra meta es que las ventas aumenten en 13%, y lo logramos, entraremos en éxtasis. En cambio, lo divertido de una resolución es anunciarla. Piense en la típica reunión en la que el equipo llega a una sorpresiva revelación: lo que realmente necesitamos es “sorprender al cliente”. Esta es una resolución y seguramente el equipo se siente tan bien por la misma como cualquiera de nosotros cuando a principio de año aseguramos que correremos un triatlón o pasaremos más tiempo con nuestros hijos.
Nos sentimos bien cuando oímos las resoluciones, pero estas carecen de refuerzo. Si les añadimos publicidad y responsables las convertimos en metas. Es posible convertir una resolución en una meta alcanzable. Pero, para llevarla a cabo, nuestro ser actual debe ser más astuto que nuestro ser futuro. Por ejemplo, si comenzamos una dieta, desapareceremos inmediatamente el azúcar y las galletas de la alacena porque sabemos que en un momento de debilidad nuestro ser futuro no se resistirá. No es fácil cambiar el comportamiento. Es más fácil cambiar el ambiente, que, a la vez, cambiará nuestro comportamiento.
Para evitar que las metas se vuelvan resoluciones, mantenga además en mente su ambiente social. Según un reciente estudio, la obesidad es contagiosa. El estudio demostraba que si uno anda con gente gorda, engorda. Y lo mismo pasa con la cirugía plástica. Hasta escupir es contagioso (vea un juego de béisbol). Uno decide lo que es normal viendo a su alrededor. Así que si quiere que sus resoluciones de Año Nuevo se vuelvan metas, deberá rodearse de gente que lleve a cabo las resoluciones. Buena suerte.
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Este es el resumen del artículo "Impóngase metas no haga resoluciones" publicado en Febrero 2008 en la revista Fast Company.
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