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Dulce éxito | 
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| Después de 13 años en la oposición, el Partido Laborista Democrático (DLP), ganó las elecciones en Barbados. Fue una campaña electoral corta (apenas dos semanas), y no hay grandes diferencias ideológicas con el saliente Partido Laborista de Barbados (BLP), cuyo líder saliente es considerado un buen gerente, pero un poco arrogante después de tanto tiempo en el poder.
Esto ocurre en la democracia mejor manejada y mas estable del Caribe, que cuenta con unos de los mejores índices de transparencia y desarrollo humano de todo el continente.
Como cualquier país, no escapa de problemas: aumento de precios de alimentos, costos desbordados en proyectos viales, precios inmobiliarios inflados por extranjeros que compran residencias vacacionales, una gran deuda pública y acusaciones de apoyo de Taiwán a la campaña a cambio de apoyo político. A esto hay que agregar los problemas con la exportación de azúcar (principal actividad económica hasta los 60), la creciente entrada de empresarios de Trinidad que se están apoderando de las principales empresas y la creciente competencia que los cruceros imponen a los hoteles medianos e independientes de la isla.
En el lado positivo, está el petróleo. Tras ganar una disputa con Trinidad sobre las fronteras marítimas, Barbados ganó territorio que pareciera contener generosas reservas; el mar es profundo, y la geología compleja, pero la subasta de derechos para explorar está en camino.
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Este es el resumen del artículo "Dulce éxito" publicado en Enero 19, 2008 en la revista The Economist.
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