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Un lugar en la mesa | 
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| Aunque las mujeres todavía no logran presencia en los altos puestos ejecutivos, son clave en la fuerza de trabajo para las empresas globales. Algunas organizaciones se han percatado de ello y han implantado estrategias para mantenerlas, pero otras lamentablemente no han experimentado un cambio de actitud al respecto.
Muchos son los factores que deberían considerarse para la inclusión del potencial femenino, entre ellos:
Talento: frente a los retos que vienen en cuanto a reclutamiento y mantenimiento de personal calificado en las empresas, las mujeres representan una buena opción dada su perspectiva balanceada entre trabajo y desarrollo individual y familiar.
Rentabilidad: las investigaciones han demostrado que las empresas con las mejores políticas que toman en cuenta las necesidades de la mujer trabajadora son las que tienen mayores niveles de satisfacción y mayor capitalización de mercado. Se debe considerar que las mujeres son los consumidores con mayor poder de decisión, por lo tanto son la base del mercado más que los hombres.
Liderazgo: el número de mujeres ejecutivas se incrementó en los Estados Unidos de 8,7% en 1995 a 15,7% en el 2002. Ignorar el papel de la mujer en este ascenso sería ignorar su futuro rol como líderes.
Las empresas manufactureras globales han comenzado a llenar sus filas de trabajadores habilidosos, pero aquellos que hagan el esfuerzo por atraer mujeres a los puestos vacantes, tendrán mayores ventajas competitivas.
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Este es el resumen del artículo "Un lugar en la mesa" publicado en Julio 2003 en la revista Industry Week.
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