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Hacer del talento una prioridad estratégica | 
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| Encontrar, motivar y retener empleados talentosos es hoy en día al menos tan difícil como lo era hace diez años. Las tendencias demográficas (la próxima jubilación de los Baby Boomers, la escasez de gente joven en Europa), la globalización (competencia intensa por el talento a nivel global, que requiere de ejecutivos dispuestos a reubicarse en otros países) y el crecimiento en el "trabajo de conocimiento" han intensificado las presiones externas sobre las empresas.
A muchas empresas les encanta promover la idea de que sus empleados son su mayor fuente de ventaja competitiva. Sin embargo, la mayoría de ellas no están tan preparadas como lo estaban hace 10 años (cuando McKinsey realizó su primer estudio sobre "La guerra por el talento", ante la escasez de ejecutivos que imperaba). Al no hacer de esta función una prioridad estratégica, están empeorando el problema. Todavía son muchas las empresas que consideran la gerencia de talento como un problema táctico de corto plazo.
Para cumplir con lo que predican, y demostrar que sus empleados son fundamentales para la empresa, es necesario incluir la "estrategia de talento" en la "estrategia general" de la empresa. Esto se logra al:
- Enfocarse en todos los segmentos de su fuerza de trabajo, no sólo en los de mejor desempeño. Al enfocarse en un solo segmento, se disminuye la moral de los restantes.
- Crear distintas propuestas de valor para empleados con distintas características.
- Incrementan el rol y la capacidad de la función de Recursos Humanos de la empresa.
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Este es el resumen del artículo "Hacer del talento una prioridad estratégica" publicado en en la revista McKinsey Quarterly.
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