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Cuando gente mala llega a la cima | 
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| Muchos se asombran cuando ejecutivos con carreras brillantes, misteriosamente se transforman en monstruos corruptos y tiranos una vez que llegan a ser CEO. Lo cierto es que estos ejecutivos, generalmente, tienen defectos serios de personalidad que fueron escondidos o ignorados por años. Para los comités de búsqueda, y las juntas directivas, estos defectos son difíciles de detectar con simplemente revisar el curriculo o entrevistar a la persona.
¿Qué hacer para detectar las señales de alarma, y que medidas tomar para reducir la posibilidad de contratar a un CEO disfuncional? Se identificaron varias señales de peligro, que incluyen: una obsesión por adquirir prestigio, poder y fortuna; propensión a desarrollar estrategias grandiosas sin pensar mucho en la implementación; y la tendencia al estilo gerencial orientado a datos, que opaca o ignora una visión más amplia. Cualquiera puede tener alguna de estas señales, pero el que tenga varias, y las exhiba repetidamente, será potencialmente un mal CEO.
Existen algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo al escoger al CEO: no sea complaciente si el candidato es interno (ya trabaja en la empresa), no confíe en la regla de "éxitos pasados predicen el éxito futuro", investigue cuidadosamente los antecedentes enfocándose en la integridad y habilidades interpersonales, y utilice entrevistas basadas en la experiencia.
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Este es el resumen del artículo "Cuando gente mala llega a la cima" publicado en Invierno 2008 en la revista Sloan Management Review.
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