|
La crisis de Wall Street |
|
| A mediados de Marzo, la Reserva Federal re-escribió su libro de reglas al rescatar a Bear Stearns, el quinto banco de inversión por tamaño de EUA, y al prestar dinero a otros intermediarios financieros. Esto parece indicar dos cosas: primero, que hace falta una nueva forma de ver las finanzas y los riesgos que esta trae; segundo, que la crisis puede haber abierto un nuevo y peligroso capítulo. A pesar de todos sus errores, sin embargo, las finanzas modernas valen la pena sean salvadas.
Salvar a Bear Stearns puede parecer una obra de caridad, considerando que por años Wall Street ha ganado billones de dólares sin mostrar compasión por nadie. Pero los us$ 30 billones del dinero público que se inyectaron fue por el interés público: Bear Stearns es contraparte en unos us$10 trillones de Swaps (permutas); si cayera la empresa, estos y otros contratos podrían no ser honrados, lo que infectaría al mercado mundial de instrumentos derivados. La duda que se sembraría en todo el sistema financiero podría ocasionar un “invierno nuclear” financiero. Bear Stearns no era demasiado grande para caer – pero estaba demasiado enredada para hacerlo.
Gracias al dinero barato, los bancos de inversión pudieron acumular más deudas. Gracias a la tecnología de información, pudieron inventar instrumentos derivados complejos que combinaban deuda y otros instrumentos. El resultado fue una máquina que podía crear y distribuir inmensas cantidades de riesgo entre muchas contrapartes, promoviendo la eficiencia económica y poniendo a la disposición capital barato. Es un sistema que se auto-alimenta, y que llegó a representar el 40% de las ganancias corporativas de EUA (empleando a apenas el 5% de sus empleados).
Es así como el sistema financiero comenzó a perder su propósito (que es crear, administrar y canjear los derechos a flujos de caja futuros para el resto de la economía). El juego se convirtió en cobrar tarifas y especular, con el objetivo de ganar dinero y ganarle al gobierno. Pero el juego pareciera que se acabó, principalmente porque las contrapartes ya no confían entre sí.
Lo que hizo la Reserva Federal fue aceptar que las nuevas finanzas necesitan de nuevas formas de intervención. Pero queda el peligro de que la recesión lleve a pérdidas mayores, que a su vez conduzcan a la quiebra de muchos bancos. Serán problemas serios, aunque no una crisis bancaria catastrófica.
Las opciones son intervenir a medida que se desarrollen los eventos, o estremecer al mercado utilizando dinero público para crear un piso en el mercado, y erradicar la desconfianza. Por el momento, la primera opción es la mejor: sería más económico, y disminuiría el riesgo moral.
|
Este es el resumen del artículo "La crisis de Wall Street" publicado en Marzo 22, 2008 en la revista The Economist.
Vea otros artículos publicados en The Economist u otros artículos sobre Finanzas.
deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.
|