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El poder del premio | 
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| Algunos economistas y CEOs consideran que los concursos públicos, los premios a la innovación, tienen la habilidad de lograr una nueva era de progreso, apalancando los recursos de I+D para que capturen la imaginación de diversas personas. Desde sus orígenes en la era de los descubrimientos en los años 1500, han surgido recurrentemente como forma mediante la cual fundaciones, gobiernos y empresas premian los logros fantásticos.
La empresa de equipos de telecomunicaciones Cisco organiza el I-Premio, que le da la oportunidad al equipo ganador de unirse a la empresa y liderar un negocio de tecnología emergente, con un bono de entrada de us$250 mil y financiamiento de us$ 10 millones. 20% de los semi-finalistas son equipos multi-país, muchos de los cuales se formaron en la página web del concurso. En muchas partes del mundo hay personas con ideas increíbles, pero no tienen acceso al capital para convertirlas en negocios.
Un concurso puede generar mucho mas valor de lo que cuesta organizarlo. eBay estaba buscando desarrollar un “widget” – un pequeño y portátil programa que muestre información en las páginas de afiliados. En lugar de decirle a los empleados “son responsables por generar cinco ideas innovadoras al mes”, lanzaron un premio de us$10 mil al que lo programara. Ese monto, en horas de dedicación de los empleados, no es nada. Pero para desarrolladores de Europa del Este, puede ser una fortuna.
Un profesor que ha estudiado el poder de los premios, consiguió que la tasa de éxitos se incrementa a medida que el área de experiencia del participante esté mas lejos del tema del problema (un matemático con un problema de química, o un biólogo con un problema de física).
Pero los premios no son la cura para todo. Ni un premio de un zillón de dólares podría generar el próximo Internet. Es un concepto demasiado disruptivo. Para definir y especificar el objetivo del premio, habría que recorrer demasiado camino. Los concursos no logran reemplazar a las patentes, los financiamientos y la I+D.
A pesar de que existen varios proyectos de alto perfil, seguramente no resolverán los grandes problemas de la humanidad, como el cambio climático. De hecho, lo difícil de este tipo de problema es disminuir el uso de tecnología y cambiar el comportamiento, no inventar algo nuevo.
Si bien los premios no salvarán al mundo, pueden ayudar a conseguir le próximo negocio multi-millonario. Adicionalmente, son divertidos. Aunque muchos concursan solo por el dinero, otros disfrutan el proceso creativo. Todos ganan, por el simple hecho de haber construido algo.
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Este es el resumen del artículo "El poder del premio" publicado en Mayo 2008 en la revista Fast Company.
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