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Los mandos medios: Navegando entre dos mares |
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| Todas las empresas poseen directivos medios, quienes enfrentan la difícil labor de servir de puente entre los altos directivos y los trabajadores de rango inferior. Ellos son los responsables de implementar cualquier cambio estratégico u organizativo, y comprometer a los empleados en buenos y malos tiempos económicos. Pero a menudo resultan difíciles de retener. Según un informe de 2007 de Accenture sobre los directivos medios en el mundo, el 20% manifiesta cierto grado de insatisfacción con su empresa, y de ésos, muchos están buscando otro trabajo.
Con cifras tan elevadas de rotación de directivos medios, a una empresa le resulta muy difícil ejecutar su estrategia. Los altos directivos pueden dedicar todo su tiempo a diseñarla, pero si no tienen quien la implemente, ¿de qué sirve? Además, el coste de una alta rotación es muy elevado, más aún en una economía en recesión. Por ello, las empresas cada vez están siendo más concientes de la importancia de retener a estos cuadros. Paradójicamente, cuando tienen que pasar por ciclos económicos difíciles, en muchas de ellas los directivos medios son los que sufren la eliminación de incentivos y primas y en algunos casos, son despedidos.
Según Jane Farran, de Wharton, los directivos medios son fundamentales en las empresas “pues traducen y transmiten la estrategia de la directiva a los trabajadores de menor rango para que tenga sentido. Al mismo tiempo, toman nota de las necesidades de los trabajadores, de sus propias observaciones sobre clientes o de la actividad comercial, y hacen llegar dicha información hasta los altos directivos”. Pero si son tan valiosos, ¿por qué están descontentos? Un motivo fundamental es la ausencia de posibilidades de ascenso. Si no están inmersos en un plan de promoción o no ven claro hacia dónde se dirigen dentro de la empresa, son más propensos a aceptar la propuesta de un competidor y hay miles de empresas de búsqueda de talentos dedicadas a esa captación. Otros motivos de insatisfacción son la supervisión a la que se ven sometidos por parte de los altos directivos, la ineficiencia de algunos de ellos o la falta de respeto.
¿Qué se puede hacer para retener a estos empleados? Los planes de promoción individuales vinculados a objetivos corporativos y el acceso a oportunidades formativas pueden desempeñar un papel fundamental, pues al directivo se le está enviando el mensaje de que la empresa se preocupa por él. Otra solución que cada día gana en popularidad es el coaching. También es importante permitirles participar en las decisiones de cambio, el diseño de ese cambio y su implementación, pues les hará sentirse parte de la empresa. La comunicación es otro elemento clave para conseguir el compromiso de los directivos medios con nuevas iniciativas estratégicas de la empresa, ayudándolos a comprender qué deben hacer, fijando objetivos, ejemplos y mensajes más concretos. En cuanto a las herramientas para retenerlos, las primas y los incentivos no son demasiado útiles; más importante es tratarlos de manera justa y reconocer sus contribuciones, pues para ellos reconocer su valía forma parte del concepto de justicia.
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Este es el resumen del artículo "Los mandos medios: Navegando entre dos mares" publicado en Junio 11, 2008 en la revista Knowledge @ Wharton.
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