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Acción afirmativa en Brasil | 
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| Siglos de mezclas raciales han dado origen en Brasil a una población que es 40% parda. Pero aún prevalecen algunos vestigios de racismo que no han sido corregidos por las directrices políticas, así como las desigualdades sociales y económicas que sufre este segmento de la población.
Muchos líderes negros ven como alternativas de cambio a las llamadas cuotas raciales. Tres ministros federales recientemente introdujeron cuotas de 20% para los negros en puestos laborales ejecutivos. Algunas ciudades de Sao Paulo también implantaron tales cuotas hace dos años. Y el Congreso está considerando decretar un estatuto de igualdad racial que le daría a estas medidas un impulso extra. Estas acciones darían pie a una revolución mucho más grande que lo que la gente se imagina. Pero otros opinan que las cuotas sólo empeorarán el racismo, ya que la meta debe ser precisamente lograr una sociedad que no mire a la gente en términos raciales.
Esta controversia ha sido originada en parte por los resultados de estudios que han enfatizado en las desproporciones entre los distintos grupos raciales. Un negro gana 30% menos que un blanco con educación similar. Nadie se había dado cuenta de estos problemas hasta que las estadísticas los resaltaron. El racismo informal de Brasil ha fomentado la aparición de grupos compuestos por activistas de ONGs que hacen cabildeo con el gobierno.
En el campo educativo, sólo 2% de los estudiantes de las universidades públicas son negros. En Rio de Janeiro un gobernador populista introdujo una ley para que la universidad principal del estado reserve 40% de sus cupos a negros. Este experimento ha originado un debate nacional sobre injusticia racial y ha estimulado a más estudiantes de escasos recursos a inscribirse. La Universidad de Brasilia recientemente adoptó una cuota de 20% para negros, pasando a ser la primera institución federal en hacerlo. La difusión de la práctica de las cuotas depende del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien ya nombró el primer juez negro en la Corte Suprema, pero todavía no está claro si respaldará la ley de igualdad racial, que expandiría aún más las cuotas (la ley sugiere 20% de presencia de afro-brasileros en puestos gubernamentales y universidades públicas, en empresas con más de 20 empleados y en los programas de televisión, y 30% de los candidatos en los partidos políticos). Sin tales cuotas, dicen los líderes, Brasil se arriesga a un levantamiento social. Este país ahora sabe que tiene un problema racial, pero está buscando la manera de resolverlo.
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Este es el resumen del artículo "Acción afirmativa en Brasil" publicado en Julio 5, 2003 en la revista The Economist.
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