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Un podio esquivo | 
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| Del total de 6.855 medallas obtenidas en la historia del continente americano, sólo el 12,5% ha sido logrado por un país de Latinoamérica (descontando a Cuba), lo que evidencia la carencia en gran parte de la región de una estrategia a largo plazo en la creación de atletas de alto nivel y la insuficiencia de los esfuerzos por potenciar las capacidades de los deportistas, cuyas carreras están marcadas en gran parte por la autogestión, la improvisación y la falta de apoyo. Salvo escasas excepciones, no hay programas adecuados de detección y entrenamiento de talentos deportivos que se traduzcan en logros olímpicos.
La mayoría de los comités olímpicos de América Latina dejan en manos de los colegios, ligas deportivas y federaciones la tarea de formar talentos olímpicos y sólo se involucran cuando sus resultados les dan para competir internacionalmente. En Chile la detección de talentos se da en las mismas competencias infantiles, sin contar con un programa establecido y aunque se han logrado ciertos avances en cuanto a financiamiento, la decisión de ser deportista sigue siendo un riesgo. En Argentina, el Estado sólo asiste económicamente a los atletas que ya han alcanzado cierto nivel, pero no interviene en la etapa inicial.
En Brasil (segundo país con más éxitos olímpicos en el continente), no hay incentivos concretos al deporte en jóvenes escolares o universitarios, quienes dependen tanto de recursos propios como de la suerte para desarrollarse en las etapas iniciales y sólo cuando han llegado a cierto nivel, son financiados, siempre y cuando renuncien a cualquier otra actividad o patrocinio externo. En otros países se está haciendo un mayor esfuerzo, como en México, donde este año se otorgaron más de US$ 100 millones para apoyar a los atletas.
En Venezuela hoy día el presupuesto anual es de US$ 300 millones para la formación de deportistas, que se detectan desde edad temprana en todo el país y son becados en escuelas estadales donde conjugan lo académico y lo deportivo y son sometidos a controles regulares de permanencia. En Colombia, son supervisados los clubes y federaciones, lo que permite la detección temprana y seguimiento de los atletas que, una vez que son de alto rendimiento, reciben un aporte económico cercano a los US$ 1.000, más asistencia médica y nutricional, para que no necesiten otros medios de subsistencia.
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Este es el resumen del artículo "Un podio esquivo" publicado en Agosto 2008 en la revista América Economía.
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