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Qué hizo caer a los mercados |
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| En tiempos de mucho estrés, el mundo financiero busca alivio en ciertas metáforas acuáticas. Es así como aprendemos sobre fuerzas irresistibles que convergen en “tormentas perfectas” o sobre eventos impredecibles que desatan “inundaciones cada cien años”. Una de estas metáforas fue inventada hace un tiempo por Warren E. Buffett, cuando dijo, a propósito de la deuda corporativa, que “nunca se sabe quién está nadando desnudo hasta que no baja la marea”. Ahora la marea está bajando y estamos empezando a ver un panorama poco atractivo. Aparte de los bañistas desnudos, estamos recordando las tontas ideas y las malas decisiones que nos llevaron a esta debacle.
Aunque la escena nos resulte increíble, ya teníamos mucha experiencia en este tipo de situaciones. Pero, como si fuéramos los tercos residentes de las zonas arrasadas por huracanes, volvemos a olvidar la tempestad y nos convencemos de que todo será diferente de ahora en adelante. ¿Por qué nunca aprendemos la lección? La respuesta está en el frenesí que despiertan los períodos de prosperidad, así como unas cuentas nociones financieras erradas, que han prevalecido durante las tres últimas décadas.
Una de estas nociones es el rechazo absoluto que profesa Wall Street hacia cualquier tipo de regulación. Pero lo más asombroso es que los verdaderos partidarios de un mercado libre son los mismos que asumen que el gobierno federal los debe ayudar en los malos tiempos. Tomemos por ejemplo el rescate financiero (pagado por los contribuyentes) a compañías como: AIG, Fannie Mae y Freddi Mac, entre otros. Estos casos recuerdan al propietario que no quiere tener a Washington a las espaldas, pero quiere garantías federales independientemente de lo cerca que esté su casa de la costa del Golfo de México.
Otras actitudes que han contribuido a la actual debacle son: “en los buenos tiempos nunca hay demasiados riesgos”; “los derivados financieros no necesitan supervisión, si bien casi nadie los entiende”; y, finalmente, “no te preocupes, los genios financieros han hallado un nuevo modelo que elimina los riesgos extremos”. En este caso, “los bancos, el gobierno de Bush, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, nos quieren hacer creer de nuevo que estas crisis son como inundaciones o huracanes”, señala Michael Greenberger, ex funcionario del área de finanzas en el gobierno de Clinton. Pero la mayoría de las calamidades financieras no responden a fuerzas naturales que están más allá de nuestro control. Según Greenberger, “estos son eventos predecibles. Y los eventos predecibles se pueden prevenir sólo si se implementan leyes adecuadas”.
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Este es el resumen del artículo "Qué hizo caer a los mercados" publicado en Septiembre 29, 2008 en la revista Business Week.
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