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El negocio del secuestro |
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| El secuestro de personas adineradas y de ejecutivos se ha vuelto otra actividad más de la economía global, pues ya no está confinada a unos cuantos lugares peligrosos en Latinoamérica (como Colombia) sino que se ha extendido a todo el mundo. Aunque ninguna agencia internacional cuenta con estadísticas, según un informe publicado en julio por IKV Pax Christi, en el 2006 hubo 25 mil secuestros confirmados. Esta organización no gubernamental asegura que por cada caso denunciado hay tres casos no denunciados. En otras palabras, el número de casos anuales asciende a 100 mil. Estas cifras reflejan sólo los casos en los que el secuestrador pidió un rescate (y excluye otros casos tales como el acoso de menores y las querellas de custodia tras un divorcio).
Los casos políticos son los más conocidos (tomemos por caso el rescate de Ingrid Betancourt y de tres contratistas estadounidenses que tuvo lugar este verano); pero estos constituyen sólo una fracción del total de casos. Detrás de casi todos los secuestros hay un motivo financiero. A veces se trata de un “secuestro express”, que termina en el cajero automático más cercano; a veces es un secuestro simulado, en el que el criminal hacer creer que ha secuestrado a un hijo o a la esposa del agraviado. En buena parte de los casos, las víctimas son empleados de grandes corporaciones. Adobe, Royal Dutch Shell, Chevron, Schlumberger y Halliburton, todas estas compañías han sufrido secuestros.
La industria del secuestro amenaza con desestabilizar países enteros; por ejemplo, México, donde los carteles de la droga secuestran a cualquiera que tenga dinero, o Haití, donde los carteristas están siempre tras los estadounidenses. Los grupos guerrilleros en Nigeria tienen como objetivo a los trabajadores de las petroleras; los piratas atacan los barcos cargueros en la costa de Somalia, y las bandas criminales de la India están interesadas en los ejecutivos del área tecnológica.
Alrededor del fenómeno del secuestro ha aparecido toda una industria paralela. Ahora hay asesores de negociación y compañías de seguridad que se especializan en secuestros, así como seguros contra secuestros y abogados interesados en los asegurados. En total, la industria del secuestro produce al menos US$ 1 mil millones anuales y quizá más. “Estamos en presencia de un negocio: tienen gente que toma decisiones, un equipo de negociación, un equipo de implementación”, señala Christopher Voss, que trabajó hasta el año pasado como negociador del FBI.
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Este es el resumen del artículo "El negocio del secuestro" publicado en Octubre 13, 2008 en la revista Forbes.
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