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Todo bien y sano | 
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| Un lugar de trabajo saludable implica mantener felices los cuerpos y las mentes de los empleados promoviendo actividades que ayuden tanto a la salud física de los empleados, como a su bienestar emocional, y adaptando los beneficios según los intereses de los trabajadores. Para algunos, el incentivo puede ser vestimentas o zapatos, lecciones de guitarra o yoga; para otros, tiempo con un entrenador personal o tiempo libre pagado para hacer sueños realidad o disfrutar de pasatiempos.
Este tipo de incentivos se convierten en un ganar–ganar para las compañías que valoran lo suficiente el bienestar general y lo aplican como una iniciativa empresarial. Según algunas encuestas, el setenta por ciento de los trabajadores de 18 años o más creen que incentivos como dinero, regalos y más días de vacaciones podrían motivarlos a participar en programas empresariales de bienestar y adoptar estilos de vida más sanos.
Se estima que los empleados obesos tienen un costo para las empresas privadas de EUA de us$45 mil millones anuales. Con incentivos, el retorno sobre la inversión de una empresa que patrocine programas de bienestar podría ser de hasta us$5 por cada us$1 invertido. Dándole prioridad a la salud general de los empleados, las empresas no sólo serán más sanas, sino que también sus ventas podrían aumentar considerablemente cada año.
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Este es el resumen del artículo "Todo bien y sano" publicado en Noviembre 2008 en la revista Entrepreneur.
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