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Nubes sobre las tecnologías limpias | 
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| La expansión de la llamada tecnología limpia se ha visto afectada por la caída inesperada en el precio de los combustibles de origen fósil y la repentina dificultad para obtener créditos. Se calcula que la cuantía del financiamiento a sus proyectos en el mundo cayó en casi un 25%, a US$18 mil millones en el tercer trimestre y se espera una mayor caída para finales de año, además de que las compañías ganen menos dinero en las bolsas de valores, debido al caos financiero. NEX, un índice que rastrea globalmente las acciones en tecnología limpia, se ha derrumbado más rápidamente que el mercado global. Las grandes empresas norteamericanas de prestación de servicios están recortando drásticamente sus inversiones en energía alternativa. En la Unión Europea, el precio de los permisos para carbón ha caído desde 30 euros en julio a cerca de 20 euros, haciendo menos atractivas las inversiones en energía no solar.
No obstante, expertos vaticinan que las inversiones totales en tecnología limpia caerán sólo ligeramente en 2008, gracias a su sólido desempeño en la primera mitad del año. El capital de riesgo y las inversiones en acciones privadas en realidad se elevaron un poco en el tercer trimestre. Y las cuestiones que acaparan el interés en esta tecnología, incluidos el calentamiento global y la seguridad energética, siguen siendo importantes. Unos pocos clientes de turbinas de viento están retrasando sus órdenes, pero esta industria tiene un gran futuro. El mundo sigue necesitando energía, y aun si los bancos prestan con más dificultad, las empresas de servicio podrán, con sus propias ganancias, afrontar el pago de nuevas fuentes. Invertir en energía “más sucia” tiene su propio riesgo.
Una nueva forma de razonamiento para promover las inversiones “verdes” está empezando a emerger. Muchos famosos, entre ellos Barack Obama, presidente electo de EUA, aclaman esta industria como una forma, tanto de detener el calentamiento global como de estimular a las deterioradas economías occidentales. Abundantes reportes enumeran los beneficios económicos del apoyo estatal a la tecnología limpia, ya sea mediante el fomento de industrias, como con la creación de empleos. Los que dictan las leyes en EUA, extendieron importantes subsidios a la energía renovable en el reciente rescate de los servicios financieros.
Las firmas de tecnología limpia que posean sólidos modelos de negocios pueden todavía hacer dinero. Los constructores de turbinas de viento y paneles solares aún tienen largas listas de espera por sus productos, por lo que una dilación no es algo tan alarmante. Los pequeños industriales con hojas de balance más débiles, serán tragados por las firmas más eficientes, y la falta de crédito que ha hecho quebrar a las empresas se calmará. El precio de la silicona, el principal componente de las celdas fotovoltaicas, ya está cayendo. Unos precios más bajos para el acero y el cobre harán que se reduzca el costo de hacer turbinas de viento. La escasez de capital pudiera convertirse en un cuello de botella, pero no matará a la industria mucho más que lo que ya hizo anteriormente.
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Este es el resumen del artículo "Nubes sobre las tecnologías limpias" publicado en Noviembre 8, 2008 en la revista The Economist.
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