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La cumbre progresista en Chile



Revista: The Economist
Tema: Economía internacional
Fecha: Abril 4, 2009
Ellos gobiernan en continentes muy diferentes, pero existe un grado de parentesco ideológico entre algunos de los gobiernos de centro-izquierda en América del Sur, Europa y ahora EUA. Todos están intentando mezclar la eficiencia económica premiada por la derecha con la justicia social abanderada por la izquierda. De vuelta a la época de Tony Blair y Bill Clinton, este enlace fue formalizado en reuniones de “gobernabilidad progresista”. Éstas han sido revividas: la más reciente junta tuvo lugar en Viña del Mar, un resort en el litoral chileno, a finales de marzo. Sin embargo esta vez, gracias a la recesión mundial, las diferencias entre los participantes del norte y sur parecían mayores.

Los líderes de Chile, Brasil, Uruguay y (menos convincentemente) Argentina consideran que sus países han seguido políticas progresistas más rigurosamente que sus amigos del norte. Ellos expresaron su ira porque la crisis ha paralizado cinco años de rápido crecimiento económico en América Latina. En un peculiar comentario racista, el mandatario brasilero, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que todo era culpa de banqueros “blancos, rubios y de ojos azules”. Añadió, incluso sin más rodeos, que tres de sus compañeros de la cumbre, Gordon Brown de Gran Bretaña, el vicepresidente de EUA, Joe Biden, y José Luis Rodríguez Zapatero de España “desafortunadamente llevan la mayor responsabilidad de la catástrofe”.

La presidente chilena, Michelle Bachelet, les recordó a los visitantes que debido a que su nación había ahorrado muchas de sus ganancias inesperadas por concepto del cobre durante su apogeo, su gobierno ahora puede estimular la economía en forma segura por muchos años. Eso atrajo alabanzas del Sr. Brown, quien señaló a Chile como prueba de que “las políticas progresistas pueden cambiar al mundo”. El hecho de que el encuentro fue llevado a cabo en el hemisferio sur por primera vez fue visto por muchos como un síntoma del cambiante balance de poder en el mundo.

En medio de las espinas estaban las creencias comunes, como la necesidad de no solamente un estímulo fiscal, sino de un mejor equilibrio entre estado y mercado. Todos coincidieron con la idea del Sr. Brown en un fondo para créditos de exportación para hacer que el comercio fluyera de nuevo. Todos denunciaron solemnemente al proteccionismo (incluso si algunos están comenzando a practicarlo). Para América Latina, la reunión tuvo otro significado: cuando se trata de comprometerse con el resto del mundo, existe un abismo entre la izquierda “progresista” y los de estilo propio “socialistas del siglo XXI”, liderados por Hugo Chávez de Venezuela. El mensaje le llegó al Sr. Chávez. Él se quejó de que Bachelet había “puesto en peligro la unidad suramericana” al haber invitado a los Sres. Brown y Biden, “dos representantes del imperio”.




Este es el resumen del artículo "La cumbre progresista en Chile" publicado en Abril 4, 2009 en la revista The Economist.

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