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¡Deténganme antes que compre otra vez! | 
Revista: ForbesTema: VentasFecha: Agosto 11, 2003 Autor(es): Dan Seligman, |
| Aunque la compra compulsiva no fue incluida en la última edición del Manual de Desórdenes Mentales (DSM-IV) publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría, ha sido ampliamente estudiada por esta organización. Para ser un comprador compulsivo se deben acumular cosas que no se necesitan; además la actividad debe llegar a un nivel que afecte el trabajo, cree problemas familiares o conlleve a conflictos económicos.
Según las estadísticas, un 85% de los compradores compulsivos son mujeres. Los expertos que han tratado este desorden lo comparan con el hábito de apostar, y han encontrado como semejanzas entre ambos, que los pacientes afirman que en el momento todas las preocupaciones y problemas se desvanecen y no tienen conciencia clara (o memoria posterior) de lo que hacen en la tienda o el casino. Las compradoras compulsivas actúan bajo la depresión y generalmente adquieren ropa que no necesitan, mientras que los hombres compran artefactos electrónicos. Como tratamiento, se conocen algunos reportes de éxito con terapias de comportamiento cognitivo, un procedimiento en el cual se busca alterar las rutinas de pensamiento. También con algún logro se mencionan las dosis de drogas antidepresivas.
La incidencia cierta de este mal no se conoce. La aproximación más cercana es un estudio llevado a cabo a mediados de los noventa en la Universidad de Minnesota donde se encontró que de 800 adultos escogidos al azar, se podía inferir que entre 1% y 2% tenía problemas de compra compulsiva. Según los expertos, la ansiedad y las tensiones que subyacen en la conducta generalmente no son específicas, por lo que se tiene que un paciente puede responder de muchas maneras. Las mujeres lo hacen comprando porque es una actividad familiar para ellas. Los niños genios lo hacen volviéndose adictos a Internet. En muchos casos además, no está claro si se está confrontando un problema médico o una falla de carácter. Algunos compradores compulsivos no presentan los síntomas neurobiológicos habituales y en consecuencia muchos siquiatras identifican el comportamiento no como una enfermedad sino como un episodio si se quiere tonto y pasajero que no requiere tratamiento.
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Este es el resumen del artículo "¡Deténganme antes que compre otra vez!" publicado en Agosto 11, 2003 en la revista Forbes.
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