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Reducir salarios en lugar de empleos | 
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| Por décadas, la reducción de salarios fue un anatema para los empleadores, que podían recortar bonos, eliminar aumentos y aun beneficios, pero el pago básico de un trabajador era sacrosanto. El razonamiento: crea cicatrices emocionales muy profundas y problemas con la moral y la productividad. Pero en los pasados nueve meses un creciente número de importantes compañías (FedEx , Hewlett-Packard, Advanced Micro Devices y The New York Times), han recortado los sueldos básicos de sus empleados, mayormente los de ejecutivos. Según una encuesta a 518 de los mayores empleadores de EUA, un 16% ha hecho reducciones en el salario básico en esta recesión, y otro 21% lo está considerando.
En tiempos de crisis, esos movimientos son una alternativa a los despidos y pueden ser vistos por los empleados como sacrificios compartidos por el bien común. Muchos prefieren un recorte de su salario a ver a un amigo perder su empleo, y en vez de afectarse su moral, quedan agradecidos y hasta pudieran rendir más. Según expertos, el recorte de salarios es menos riesgoso en compañías bien administradas, pues en muchos casos no es sólo el pago lo que mantiene a la gente conectada a un empleo. Para otros, aún no se han visto las consecuencias no intencionales de dichos recortes, pues la gente tiene buena memoria y siempre recordará si ha sido tratada equitativamente.
La crítica a los recortes de salarios se ha enfocado siempre en su impacto en la moral y la productividad. Mientras que los empleados medios seguirán adelante con un sueldo más bajo porque no tienen para dónde ir, los estrella podrían optar por otras oportunidades. Hay quien argumenta que el recorte de salarios no es más que una cobardía. En lugar de tomar medidas fuertes sobre a quién premiar y a quién despedir, algunas compañías les están infligiendo el mismo dolor a todos. La profundidad y severidad de la crisis actual es un obvio culpable de estos cambios de actitud. Tenemos una recesión desastrosa, donde los trabajadores tienen menos opciones y las compañías son más creíbles cuando dicen necesitar medidas drásticas.
Por ahora, los trabajadores pueden aceptar ganar menos mientras conserven su empleo, siempre y cuando las estrellas sigan obteniendo más que sus colegas de menor rendimiento. El salario es un “bien de posición”: las personas se preocupan más de cuánto más hacen en relación a sus colegas, que del nivel absoluto de lo que llevan a casa. La pregunta verdadera es qué pasa cuando los empleados empiezan a compararse con sus iguales de otras compañías que no han recortado salarios. Lo que antes era percibido como un buen sitio para trabajar, puede de repente convertirse en una trampa. No habrá problemas hasta que las empresas empiecen a contratar, pero una vez que lo hagan, el reto será evitar que la gente buena se vaya.
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Este es el resumen del artículo "Reducir salarios en lugar de empleos" publicado en Junio 8, 2009 en la revista Business Week.
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