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La crisis del campo argentino | 
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| Una prolongada sequía en el Cono Sur, precios mundiales en baja y políticas gubernamentales desastrosas han llevado a las cosechas de trigo a pesar un 47% por debajo de las del año pasado y valer un 61% menos. El mercado de futuros de trigo en Argentina se desvaneció en marzo de 2008 cuando, tras una feroz pugna con los agricultores, el gobierno restringió las exportaciones. Se espera que los agricultores ahora cosechando de nuevo las áridas pampas siembren trigo sobre un área de acres tan pequeña como la de 1903, cuando los pioneros todavía expandían la frontera. Si las lluvias tratan a esta nueva siembra de una manera brusca, uno de los graneros más grandes del mundo podría no producir suficiente trigo el próximo año para cumplir con la demanda apenas por segunda vez desde los años 1870 (cuando podría suministrar tres veces esa cantidad).
En medio de una inflación del 17-19%, el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner está intentando controlar los precios de algunos productos alimenticios consumidos localmente prohibiendo esporádicamente sus exportaciones. Pero la agricultura le hace ganar a Argentina muchas de las divisas extranjeras que le son necesitadas con apremio, así que para producir lo que se permite abandone el país la Sra. Kirchner ha elevado los impuestos de exportación tanto como en un 35%. Estas políticas causarán un daño a largo plazo en la producción. Los agricultores se encuentran economizando en fertilizantes para reabastecer los suelos que ellos han saqueado. Ellos luchan por sobrevivir vendiendo ganado pobremente alimentado con pérdidas. En 2008, por primera vez, Argentina exportó menos carne de ganado que Uruguay, su pequeño vecino. Dentro de 18 meses, las exportaciones de carne probablemente cesarán.
Las feroces protestas de los agricultores ganaron un amplio apoyo público el año pasado. Este año, aunque las cosas estén aun peor, los agricultores se han dado cuenta que los profesionales urbanos están demasiado preocupados por la recesión como para protestar por otros. En lugar de eso, los agricultores estáb organizándose políticamente, utilizando al poderoso sindicato agricultor de Brasil como modelo. Ellos se han unido detrás de una propuesta para introducir poco a poco impuestos sobre la renta más altos para reemplazar a las tarifas de exportación que distorsionan al mercado.
En las elecciones del congreso a finales de junio los actuales o antiguos agricultores pueden ganar hasta diez asientos, de acuerdo al diario La Nación. Los candidatos se encuentran esparcidos en todos los partidos políticos, calculando que esto será más efectivo que formar su propio partido unitario (single-issue party). Un comité asesor dice que esta clase de grupo de presión agrícola coordinado es “una completa novedad en Argentina”. La Sra. Kirchner podría notar que se encuentra ganando apoyo dentro del tradicionalmente en pro de la industria e imperante partido Peronista.
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Este es el resumen del artículo "La crisis del campo argentino" publicado en Mayo 30, 2009 en la revista The Economist.
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