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¿Quedarse en casa? |
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| Hasta comienzos del 2001, los empresarios estadounidenses ampliaron rápidamente su alcance global, apuntando a mercados de exportación por todo el mundo y abogando por un comercio más libre. Pero en el 2001 y el 2002, la integración global tuvo un efecto boomerang, lleno de malas noticias como caídas económicas de algunas naciones y los riesgos de la inminente guerra. Este efecto inverso de la globalización ha llegado a cerrar algunos mercados de exportación y debilitado seriamente a pequeñas empresas.
Algunos empresarios han respondido proactivamente, gerenciando cuidadosamente para reducir al mínimo el impacto de la recesión global y para consolidar sus mercados de exportación a largo plazo. Otros, sin embargo, han sido golpeados tan duramente que están a duras penas sobreviviendo.
Muchos asocian el crecimiento de la globalizacion a las grandes multinacionales como Coca-Cola, que tiene operaciones en muchos países. En realidad, las que han hecho posible la expansión y la integración global han sido las pequeñas empresas. Entre 1987 y 1999, el número de pequeños y medianos exportadores en los Estado Unidos se ha triplicado a 224.000, gracias en parte al desarrollo de Internet que ha permitido que empresas pequeñas entren fácilmente en contacto con clientes en todo el mundo, enviando mercancías sin necesidad de oficinas de representación en el exterior. Los conocedores de la materia señalan que Internet ha nivelado la brecha existente entre las compañías pequeñas y los negocios grandes.
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Este es el resumen del artículo "¿Quedarse en casa?" publicado en Febrero 2003 en la revista Entrepreneur.
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