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¿Será la energía limpia la próxima Internet? | 
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| En 2000, la economía emergente de energía limpia ya era llamada "la próxima Internet". Su potencial comercial era enorme, representando una nueva ola de innovación y creación de riqueza. En la última década, esa comparación se ha realzado y ha decaído, pero no ha desaparecido. Tampoco la Internet, que se ha convertido en columna del comercio y los medios, hasta el punto de que es difícil imaginarse la vida sin ella. La nueva economía de energía limpia no será menos. Esa mezcla de tecnología energética, tecnología informativa, tecnología de construcción y de vehículos, más los productos, servicios y negocios relacionados, podría transformar nuestras vidas al menos tanto como la Internet.
Los primeros sistemas computacionales eran computadoras centrales unidas por cables a un conjunto de terminales tontos. Las computadoras personales, más inteligentes y autosuficientes, lograron comunicarse tanto con la computadora central, como con otras PC. Ahora todo le habla a todo lo demás, incluso de forma inalámbrica. Gracias a cientos de innovaciones de miles de compañías, todo se ha vuelto, y continúa volviéndose más inteligente y pequeño. La información es tan barata, eficiente y omnipresente que casi es gratis. Los sistemas energéticos se desarrollan en líneas similares. La computadora central sería la planta central de energía local, alimentada por carbón o gas natural, y las terminales mudas serían las casas, negocios y edificios que sólo pueden recibir electricidad de la “computadora central”.
Estas casas y negocios se harán más inteligentes y autosuficientes a medida que se instalen sistemas solares u otros renovables para generar energía. Y gracias a contadores inteligentes y otros dispositivos, tendrán una comunicación de ida y vuelta con la planta de energía. Cada vez más, los equipos electrodomésticos le “hablarán” a la instalación eléctrica, desconectándose incluso de acuerdo a la oferta y la demanda. Los vehículos almacenarán cada vez más electricidad en sus baterías, vendiendo energía extra a la red cuando sea necesario. Casi todo “hablará” a todo lo demás, y en gran parte lo hará de forma inalámbrica. La pregunta es cuáles son los cientos de innovaciones y miles de compañías que se necesitan para lograrlo.
Según proyecciones, los mercados colectivos para sólo tres tecnologías (biocombustibles, energía solar y del viento) crecerían a US$ 325 mil millones para el 2018, de US$ 116 mil millones en el 2008. Pero hay miles de empresas nuevas que buscan construir alguna parte del ecosistema de energía limpia, en medio de una revolución que muy pocas ven todavía y que requerirá romper con los actuales modelos de negocios, que haya cooperación entre competidores, marketing creativo y fuentes abiertas de innovación. Habrá inevitables falsos inicios, compañías sobrevaloradas, consolidación, y muchas inversiones fracasadas. Cada día que pasa suena más como la Internet.
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Este es el resumen del artículo "¿Será la energía limpia la próxima Internet?" publicado en Julio 27, 2009 en la revista Business Week.
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