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Después de las elecciones: los problemas de Calderón |
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| Debido a que, en los últimos comicios legislativos, el Partido de Acción Nacional (PAN) perdió mayoría propia en el Congreso mexicano, los cambios que ha de vivir el país dependerán ahora más del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que del mismo mandatario Felipe Calderón.
Si bien es cierto que Calderón ha sufrido la derrota parlamentaria y el despojo de seis gobernaciones y alcaldías importantes, el Presidente sigue siendo todavía una imagen muy popular entre los mexicanos, pues ha hecho grandes esfuerzos para combatir el crimen organizado (uno de los mayores problemas de México). Sin embargo, un número considerable de mexicanos reconoce estar más preocupado por el desplome económico actual.
El hecho es que, desde que entró al poder en el 2006, el Jefe de Estado mexicano ha tenido que hacer frente a un gobierno difícil: 1) el descontento popular de un porcentaje importante de la población (simpatizante de López Obrador) que se negaba a aceptar su victoria, 2) una situación descontrolada de crimen organizado, 3) una contracción económica notable, 4) una alta tasa de desempleo y subempleo, 5) un índice de pobreza galopante, 6) un desacelero de la producción petrolera, 7) un desplome en el gasto público en cuanto a infraestructura y 8) un sistema educativo deficiente.
Calderón, por su parte, sostiene que la recesión actual no fue causada por una mala gestión de su gobierno, sino por una caída en las exportaciones hacia EUA, en las remesas enviadas y en el flujo de turistas extranjeros. No obstante, el Presidente mexicano cree que la economía del país se reactivará con los planes de estímulo introducidos (orientación de fondos hacia programas anti pobreza y empleo, reducción de tasas de interés).
Para hacer frente a esta situación, también ha luchado arduamente por introducir nuevas reformas educativas, energéticas, tributarias, legales (en materia criminal y policiaca) en el Congreso, pero la mayoría de éstas han sido rechazadas con el fin de calmar los ánimos de los seguidores de Obrador y los oponentes de la inversión privada. No obstante, de nada servirá tener una buena gestión gubernamental si no existe una legislación que corrija los errores en el sistema económico y político.
Como si esto no fuera poco, Calderón deberá lidiar con otro problema que ha traído a colación la crisis económica: la proliferación de monopolios y oligopolios, especialmente en el sector de las telecomunicaciones, ha ido ganando mayor control sobre el crecimiento de la economía mexicana.
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Este es el resumen del artículo "Después de las elecciones: los problemas de Calderón" publicado en Julio 11, 2009 en la revista The Economist.
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