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El mejor liderazgo es una buena gerencia | 
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| ¿Ha escuchado últimamente la palabra “liderazgo”, digamos, en los diez últimos minutos? ¿Y la palabra “gerente”? ¿Recuerda esta palabra? Pues debería haberla escuchado porque lo que todo el mundo llama una crisis financiera no es más que una crisis gerencial. El mundo corporativo de EUA ya tiene suficiente de un liderazgo completamente desconectado de la gerencia sin más. ¿Cómo sucedió esto? Hace unos años se puso de moda separar a los “líderes” de los “gerentes”; es decir, distinguir los que “hacen las cosas correctas” de los que “hacen las cosas bien”. Suena muy bien. Pero veamos cómo funciona esta separación en la práctica. Hoy en día, el mundo comercial estadounidense cuenta con una gran cantidad de líderes completamente desligados del aparatoso proceso de gerenciar. Por tanto, no saben qué está pasando. Así pues, estamos sobreguiados y subgerenciados.
Para apreciar bien el efecto de todo esto, póngase en los zapatos de uno de esos gerentes de verdad; digamos, uno que trabaje en una institución financiera. Le dicen que es mejor que cumpla con sus metas o, de lo contrario, lo despedirán. Luego, para colmo, aparecen esos bonos de créditos hipotecarios. ¿Qué hacer? “Si el líder no se molesta en gerenciar, ¿por qué me debo molestar yo?”, se pregunta usted. “Gracias a los expertos y a la prensa, por no mencionar la junta, sé que el CEO es la compañía. Yo no cuento. Aparte, ahora que tantos colegas han perdido su empleo, tengo cada vez menos tiempo para pensar. Así pues, debo comprar esto bonos. Al menos se verán bien en el próximo reporte trimestral”.
Lamentablemente, los líderes desligados están más interesados en impresionar a los de afuera que en gerenciar a los de adentro. Tomemos el caso de los despidos en masa: decretar el despido de miles sin tomar en cuenta cómo afecta esto la moral. Una compañía robusta no es un conjunto de sobras de “recursos humanos”. Por el contrario, es una comunidad de seres humanos comprometidos entre sí. Hasta el año pasado, cuando todo colapsó, la mayoría de los despidos en masa se dieron en compañías rentables que, incidentalmente, no cumplían con las expectativas de Wall Street. ¿Cómo es posible que, de repente, haya legiones enteras de empleados “innecesarios”? ¿Dónde quedó el juicio, la sabiduría necesaria para balancear las exigencias de la comunidad financiera con las necesidades a largo plazo de la compañía? ¿Qué quedó luego de que dichos líderes partieron con sus bonos? Con frecuencia, el corazón y el alma de un negocio se van con los empleados despedidos.
El mundo empresarial estadounidense, tan admirado en todo el mundo, no fue desarrollado por líderes “heroicos” sino por líderes involucrados tangiblemente en las tareas gerenciales. De hecho, el ejemplo más asombroso de liderazgo proviene ahora del mundo político. Lo más impresionante de la enérgica campaña presidencial de Barack Obama fue su capacidad para gerenciarla. EUA tiene mucho que reconstruir, más allá de las ayudas financieras. Buena parte de las compañías tendrán que restablecerse en cuanto comunidades. Ser un líder con compromiso significa reflexionar y, a la vez, mantenerse en la lucha. En vez de separar a líderes y gerentes, deberíamos procurar que todos los gerentes fueran líderes. Y deberíamos definir el “liderazgo” como la buena práctica de la gerencia.
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Este es el resumen del artículo "El mejor liderazgo es una buena gerencia" publicado en Agosto 17, 2009 en la revista Business Week.
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