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Medios apagados: acercándose a un monólogo |
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| Una economía muerta, inflación, huelgas y crimen sin control: muchas de las noticias recientes en Venezuela han sido malas para el gobierno socialista del presidente Hugo Chávez. Su respuesta ha sido para intensificar el acoso a los medios de comunicación. A principios de agosto, 34 estaciones de radio fueron sacadas del aire por presuntamente fallar en entregar los trámites apropiados al regulador de las transmisiones. En conjunto, más de la mitad de las 656 estaciones de radio de capital privado del país se enfrentan a multas y posibles clausuras en esta materia. Sus propietarios dicen haber intentado ponerse al día con los trámites por años, sin respuesta por parte de las autoridades.
Adicionalmente, Diosdado Cabello, el ministro a cargo de las telecomunicaciones del país, anunció planes para restringir que las estaciones de radio compartan su programación para que los difusores locales ya no puedan transmitir programas de noticias nacionales, por ejemplo.
Luisa Ortega, la fiscal general, reveló un anteproyecto de ley en contra de los “crímenes mediáticos” que propone prisión de hasta 4 años por ofensas vagas de palabra como “perjudicar la seguridad del estado” o la “salud mental” de la población. No solamente para reporteros o propietarios de medios, sino cualquiera que se exprese en los medios (o que fallen en reportar las noticias que el estado considere esenciales) puede ser procesado. El derecho a la libertad de expresión debe ser “regulado”, dijo la Sra. Ortega. Enfrentados a protestas que se extendieron incluso a sus propios partidarios, hubo señales en que el gobierno puede no aprobar la ley.
Hace dos años, el gobierno le retiró la licencia a RCTV, el canal de televisión más popular de Venezuela, quien apoyaba a la oposición. Éste está amenazando con hacer lo mismo con el único canal crítico que queda, Globovisión. También en agosto, miembros de un grupo paramilitar progobierno entraron a la fuerza a la sede del canal y arrojaron gas lacrimógeno. Su líder, Lina Ron, fue arrestada y el Sr. Chávez condenó el ataque.
El ataque concertado a los medios críticos por parte del gobierno llega mientras el Sr. Chávez se encuentra presionando por otras medidas que parecen diseñadas para hacer de su “revolución socialista” una irreversible. La tasa de popularidad del presidente ha caído al 52% (de 61% en febrero), de acuerdo a Datanálisis, una compañía encuestadora. Él se enfrenta a una elección parlamentaria el próximo año en la que su mayoría legislativa se encuentra en riesgo.
En agosto, el gobierno reformó la Ley Electoral para conceder una gran cantidad desproporcionada de asientos al partido más grande, aunque la constitución (redactada bajo el Sr. Chávez) garantiza una representación proporcional. Eso penalizará a la fracturada oposición si falla en unirse. La nueva ley además le da a la autoridad electoral (controlada por el gobierno) poder para delimitar los límites constitutivos. Y a la oposición se le hará incluso más difícil hacer llegar su mensaje.
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Este es el resumen del artículo "Medios apagados: acercándose a un monólogo" publicado en Agosto 9, 2009 en la revista The Economist.
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