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Capitanes contra marea | )ZjmSFNPzy8zhXzJURy0geAnJ45XpayBw%3d%3d-archive.aspx)
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| En momentos difíciles, las organizaciones se sienten, más que nunca, en la necesidad de contar no sólo con buenos gerentes, sino con dirigentes líderes. De allí que, pese al aura de negativismo actual, las crisis económicas puedan presentarse como buenas oportunidades para aflorar talentos y estimular el liderazgo que yacía inerte en los jefes y empleados en épocas de bonanza económica.
Si bien no es una tarea fácil tomar decisiones riesgosas y dirigir el rumbo de una empresa frente a la incertidumbre de una recesión, los líderes de hoy en día deben hacerse con todas las artimañas para ganarse la credibilidad de su equipo y trabajar en miras hacia un fin común, pues de eso depende la supervivencia de su empresa y su empleo.
Los buenos líderes suelen caracterizarse por: 1) evaluar las circunstancias y su riesgos, 2) identificar oportunidades, 3) tomar decisiones apropiadas, 4) adaptarse fácilmente a las situaciones, 5) comunicar e informar al equipo las estrategias a seguir, 6) inspirar confianza en sus acciones, 7) intensificar el contacto con los clientes y 8) buscar la reducción de costes a través del replanteo de estrategias, incremento de la eficiencia y recorte de gastos innecesarios (y no mediante despidos masivos que debiliten la empresa a mediano plazo).
La clave para un buen liderazgo radica en la comunicación y la transparencia, ya que sirven de base para disminuir la incertidumbre en el equipo de trabajo. Según varios expertos, es durante una crisis económica cuando los liderazgos se consolidan y se prolongan por mucho tiempo.
En el caso de América Latina, el liderazgo sufre una gran debilidad: hay buenos gerentes, pero no buenos líderes. Esto sugiere que las empresas latinoamericanas carecen de una visión hacia el bien común, de una perspectiva a largo plazo y a favor de la sociedad. En la región, el liderazgo no se extiende en toda la organización, pues las decisiones, aunque son tomadas de manera adecuada, no se comunican ni se orientan a una visión.
Para muchos empresarios de compañías reconocidas, el retroceso económico actual es una buena oportunidad para reinventarse, mejorar, retar a los competidores, hacer cambios, incursionar en productos e inversiones ajustados a las nuevas demandas de los clientes y mercados, corregir errores y salir fortalecidos. Para llevar a cabo esto, se requiere de la presencia de líderes con mucha determinación y espíritu de equipo
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Este es el resumen del artículo "Capitanes contra marea" publicado en Agosto 2009 en la revista América Economía.
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