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Desnutricion en Guatemala: una verguenza nacional | 
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| De acuerdo a la Unicef casi la mitad de los niños de Guatemala están crónicamente desnutridos –el sexto peor desempeño en el mundo. En partes de la Guatemala rural, en donde la población es abrumadoramente de descendencia Maya, la incidencia de la desnutrición infantil alcanza un 80%.
El problema crónico se ha agudizado. Los altos precios de los alimentos han coincidido con una caída inducida por la recesión en los envíos de dinero de los guatemaltecos que trabajan en EUA (las remesas equivalen a un 12% del PIB de Guatemala). La sequía en la Guatemala Oriental ha empeorado aun más las cosas. Muchas familias pueden escasamente costearse los granos, una importante fuente de proteínas, y deben vender los huevos de sus gallinas en vez de dárselos de comer a sus hijos.
El gobierno y donantes están suministrando provisiones de alimentos de emergencia para 300.000 personas esparcidas en unas 700 poblaciones. Hasta 400.000 más pueden necesitar ayuda. En Jocotán, al este, los centros de rehabilitación han dado entrada a docenas de niños que están tan desnutridos que su pelo de color negro se ha convertido en rubio, sus rostros son regordetes por la acumulación de fluido mientras que sus órganos fallan, las venas en sus piernas se convierten en una telaraña negra y sus músculos faciales son demasiado débiles como para sonreír.
Muchas investigaciones demuestran que los niños con desnutrición tienden a sufrir de dificultades para el aprendizaje y terminan siendo más pobres. Así que la alimentación adecuada es el primer paso para romper el ciclo de pobreza. Pero la educación además es vital. Guatemala se encuentra con atraso en educar a las niñas en particular. Como resultado, las madres pueden no preparar los suplementos alimenticios a base de maíz-soja correctamente y pueden repartirlos entre todas sus crías en vez de favorecer a los desnutridos.
El gobierno fracasa en recolectar suficientes impuestos de parte de los guatemaltecos más adinerados para proporcionar buenas escuelas y servicios de salud para la mayoría, apartando la clase de programa objetivo de transferencia de fondos que ha ayudado a reducir la pobreza en México, Brasil y otras partes de la región. Pero los guatemaltecos de ciudad se encuentran más preocupados por el crimen incontrolado, la mayoría ejecutado por pandillas que trafican drogas. El gobierno, como su antecesor, está lleno de buenas intenciones. Pero diferentes intentos por una reforma fiscal en la década pasada se han ido a pique frente a una resistencia política bien arraigada. Así que la desnutrición parece lista a continuar en un país donde ésta debe ser una causa de vergüenza nacional.
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Este es el resumen del artículo "Desnutricion en Guatemala: una verguenza nacional" publicado en Agosto 29, 2009 en la revista The Economist.
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