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La generación perdida | 
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| El desempleo sigue causando estragos en todo el mundo. Pero ningún segmento de la sociedad sufrirá tanto como los jóvenes que están tratando de ingresar al mundo laboral. Entre los afectados podemos incluir tanto los desertores del sistema escolar como los recién graduados (derecho, MBA, etc.) de todo el mundo desarrollado, desde Inglaterra a Japón. La tasa de desempleo en los EUA entre los jóvenes de 16 a 24 años de edad ha pasado de 13%, el año pasado, a 18% este año.
El daño será profundo y duradero para las personas que están comenzando sus carreras, lo que creará una especie de “generación perdida”. Ciertos estudios sugieren que carecer de trabajo durante un prolongado período en la juventud puede significar una merma significativa de los ingresos totales en la vida de la persona, pues esta queda atrapada en empleos para los que está sobrecalificada. De igual modo, los empleadores también sufrirán a manos de una generación estigmatizada, pues se perderá de la frescura y la vitalidad que trae la juventud al lugar de trabajo. Las estrellas del mañana están marginadas, carecen de experiencia y están desmotivadas. Cuando aparezcan de nuevo los empleos, buena parte de estas personas se sentirán insatisfechas, puesto que quedarán por debajo de las personas que estuvieron trabajando durante todo este período.
Es importante que los gobiernos actúen antes de que el daño sea peor, asegura David G. Blanchflower, economista de Dartmouth College, que recientemente trabajó en el Comité de política monetaria del Banco de Inglaterra. Blanchflower no está seguro de qué se debe hacer, pero está a favor de hacer todo lo que sea necesario, desde subsidiar la educación hasta recortar el salario mínimo para los jóvenes. Por su parte, Robert I. Sutton, autor del libro de gerencia The no asshole rule, asegura que sus estudiantes de la Universidad de Stanford se muestran cada vez más ansiosos. Asimismo, al menos tres cuartos de los estudiantes de la escuela de derecho de la Universidad Northwestern han aplazado, en ciertos casos hasta en un año, su inserción en el mundo laboral, señala Bill Chamberlain, director del centro profesional de la escuela. Pero la situación es aún más severa entre quienes carecen de un diploma y, por tanto, tienen menos opciones.
¿Qué se puede hacer? Ante nada, las compañías deben seguir contratando jóvenes a pesar de que sigan despidiendo personal. Los economistas que creen en el libre mercado señalan que se deben remover los obstáculos que enfrentan los jóvenes para conseguir empleo (por ejemplo, un sueldo mínimo tan alto). “El gobierno ha empeorado en cierta medida este problema”, asegura Kristen Lopez Eastlick, analista de Employment Policies Institute. Lopez se está refiriendo al hecho de que contratar jóvenes se ha vuelto cada vez menos atractivo desde que, hace dos años, aumentó en 40% el salario mínimo federal. El gobierno de los EUA ha reaccionado con demasiada lentitud en cuanto a crear programas especiales de ayuda a la juventud debido al gran déficit presupuestario que enfrenta. El gobierno de Obama está ahora analizando un plan que le otorgaría a las compañías US$ 3 mil en créditos fiscales por cada nuevo empleado que contraten. Pero, según un vocero del gobierno, dicho plan está aún en pañales.
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Este es el resumen del artículo "La generación perdida" publicado en Octubre 19, 2009 en la revista Business Week.
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