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Prosperando en la adversidad |
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| Las recesiones brindan tantas oportunidades para los hombres de negocios, como para los políticos. Premian las fortalezas y exponen las debilidades, crean nuevas oportunidades y matan viejos hábitos, liberan la energía reprimida y destruyen viejos modelos de negocios. Los activos en peligro se compran baratos, la gente talentosa es contratada a bajo costo y las ideas nuevas se ventilan. La Gran Depresión fue una enorme oportunidad para DuPont, Procter & Gamble, Revlon, Hewlett-Packard, Polaroid y Pepperidge Farms. Las recesiones más recientes han producido un patrón similar, al reordenar el orden de importancia de las compañías en muchos campos. Durante la de 1991-92, el doble de firmas se convirtió en líder, comparado con tiempos normales. Un tercio de los bancos y dos quintos de las grandes industrias de EUA cayó en la recesión del 2001-02, pero más del 70% dió un gran salto y preservó sus ganancias durante el boom subsiguiente, mientras que menos del 30% que perdió terreno fue capaz de hacerlo.
En esta crisis, los triunfadores más obvios son los grandes gigantes establecidos: líderes del mercado que entraron en la recesión con efectivo en sus bolsillos y sensatos sistemas de gerencia y están cosechando recompensas de sus inversionistas que desconfían de rivales más inestables y usando su fuerza corporativa para controlar los costos y ganarles cuotas de mercado a sus competidores. El 58% de las compañías que estaban entre las tres más altas de su industria, tuvieron ganancias en ascenso en el 2008 y solo el 30% las vio declinar. En contraste, sólo el 21% de las que no estaban en esas posiciones aumentaron sus ganancias y el 61% tuvo ganancias descendientes. Muchas grandes empresas también están sacando ventaja de los precios bajos para hacer adquisiciones. Los acuerdos hechos en recesión producen un 15% más de ganancias a los accionistas que los se logran durante un boom.
Un segundo grupo de triunfadores viene de compañías con records en la innovación que siguen invirtiendo ampliamente en este sentido, como Intel y otras tecnológicas. Un tercer grupo consiste en empresas que están usando la recesión para reposicionarse, como Cisco, que acelera su transformación en un versátil gigante de la Internet, llevandose por delante a compañías novatas en nuevos campos y expandiendo su portafolio de negocios. Reposicionarse es una estrategia que ha valido la pena grandemente en el pasado. Cuando la Unión Soviética colapsó, sumiendo a Finlandia en una conmoción económica, Nokia abandonó el 90% de sus negocios para concentrarse particularmente en teléfonos móviles.
Hay un montón de razones para creer que la actual recesión producirá un raudal de nuevas compañías. Alrededor de la mitad de las Fortune 500 e Inc. 500 (las mayores y de más rápido crecimiento en EUA, respectivamente), incluyendo empresas nacionales como FedEx, CNN y Microsoft, fueron fundadas durante recesiones o mercados bajistas. Un número desproporcionado de ellas produjo ideas de las que cambian a las industrias, que las compañías ya establecidas fallaron en apreciar hasta que ya fue muy tarde. Por supuesto, los negocios tienen mayor probabilidad de tomar ventaja de esta “seria crisis”, que los políticos mundiales.
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Este es el resumen del artículo "Prosperando en la adversidad" publicado en Octubre 3, 2009 en la revista The Economist.
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