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Vender artículos extranjeros en China |
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| Gracias a la recesión en casa, las firmas extrajeras están más interesadas que nunca a capitalizar con el crecimiento de China, pero las exportaciones de Europa y EUA a ese país representan menos del 7% del total, aun cuando han disminuido también a otros países. Si la economía china creciera según la meta oficial de un 8% este año, el impacto en las ventas totales de las firmas occidentales sería algo más que el de un error de redondeo. A muchas, por supuesto, les está yendo bien en China, sobre todo en los dos extremos de la cadena de valor: productos de lujo, cable de fibra óptica y grandes aviones por un lado, y petróleo, minerales y desechos reciclables por otro. Pero en el medio, tanto los impedimentos explícitos legales como los obstáculos escondidos siguen obstaculizando el acceso a pesar de las promesas de reformas de China en 2001, al unirse a la Organización Mundial de Comercio.
Publicidad, telecomunicaciones, exploración del petróleo, marketing, productos farmacéuticos, bancos y seguros, permanecen fieramente protegidos o fuera de los límites permitidos a los foráneos. La corrupción, el proteccionismo y el papeleo obstaculizan en todos los campos. Los mayores problemas no tienen nada que ver con los típicos asuntos de negocios, como disponibilidad de buenos empleados o altos costos. Se quejan de la competencia subsidiada, el acceso restringido, las regulaciones conflictivas, la falta de protección a la propiedad intelectual y una opaca y arbitraria burocracia. Toma seis meses obtener una licencia de un año, y en esto hay un procedimiento establecido, aunque sea costoso y engorroso. Otros no son tan favorables.
Los dirigentes locales se esfuerzan por proteger a sus compañías, dándoles acceso preferencial a los terrenos y los créditos, o facilitándoles las limitaciones burocráticas. El gobierno, por efecto de su control a los medios, también controla los precios de los anuncios, lo que hace disparar el costo de llegar al consumidor chino, aunque las potenciales recompensas son mucho menores ya que la mayoría de los chinos son muy pobres. Las firmas que han logrado vencer esos obstáculos tienden a producir localmente en China; sus productos se perciben como de mayor calidad y han invertido mucho tiempo y esfuerzo construyendo redes de distribución y aumentando la conciencia ante sus marcas.
Hay gustos locales que tener en cuenta también. Los consumidores chinos parecen tener más gusto por la variedad que otros. Una estrategia que le ha traído éxito a varias firmas foráneas ha sido el poner precios altos, pues según encuestas, los chinos creen que las marcas extranjeras son más caras, aunque no lo sean. Esto sugiere que deberán enfocarse a competir en calidad y no en costos. Al menos, Apple, General Motors y Levi Strauss venden algunos de sus productos a precios superiores en China que en cualquier otro lugar. Lo mismo hacen muchas marcas de lujo. Pero son pocas las firmas foráneas que han logrado cosechar dichas recompensas.
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Este es el resumen del artículo "Vender artículos extranjeros en China" publicado en Octubre 17, 2009 en la revista The Economist.
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