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Las tarifas de intercambio, malas compañeras | 
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| En la última ronda de reformas de la ley de tarjetas de crédito, las compañías y los comerciantes jugaron a favor de los consumidores. Actualmente, los legisladores están debatiendo si deben reducir las tarifas de intercambio (es decir, la tarifa que les pagan los comerciantes a las compañías cada vez que un cliente usa el plástico). Mientras que los comerciantes aseguran que les pasarán el ahorro a los compradores en forma de menores precios, las compañías de tarjetas de crédito arguyen que la nueva ley hará que el crédito sea menos conveniente y más costoso… y es posible que tengan razón. Los comerciantes se han quejado desde siempre de las tarifas de intercambio. Les parece que los costos, que llegan a más o menos 1,6% de cada transacción, erosionan los márgenes ya mermados. El año pasado los comerciantes, que son los principales interesados en las tres leyes que está discutiendo actualmente el congreso, pagaron cerca de US$ 48 mil millones en tarifas. “No podemos seguir absorbiendo estas tarifas”, señala Kathy Miller, dueña de una tienda de comestibles en Elmore, Vermont.
Resueltos a ganar la anuencia de los legisladores, los comerciantes aseguran que los consumidores no sufrirán mayores consecuencias y, tal vez, salgan beneficiados. “Nuestro mercado es extraordinariamente competitivo”, señala Mallory B. Duncan, asesora general de la National Retail Federation, un grupo comercial. “Si los costos disminuyen, los precios tenderán a la baja también”. Pero esto no fue lo que sucedió en Australia. En 2003, los reguladores del país recortaron las tarifas de intercambio de 1% a 0,5%. Sin embargo, la mayoría de los comerciantes nunca bajaron los precios y las compañías de tarjetas de crédito aumentaron los porcentajes de refinanciamiento para recuperar el dinero perdido. Después de aprobada la ley, la tarifa anual de los tarjetahabientes subió en 22%.
A los analistas les preocupa que los comerciantes y las compañías de tarjetas de crédito respondan del mismo modo en los EUA. Los prestamistas ya están aumentando las tasas e imponiendo nuevas tarifas después de que el congreso vetara ciertas prácticas (incluyendo las penalidades por pagos tardíos). “Cuando se les elimina una importante fuente de ingresos a los bancos, estos se ven en la necesidad de crear nuevas tarifas”, asegura David S. Evans, profesor de la escuela de derecho de la Universidad de Chicago.
Cualquier reforma de la ley podría disminuir las ventajas de usar la tarjeta de crédito. Una de las propuestas de los legisladores es establecer un monto mínimo para aceptar pagos con tarjeta de crédito. Si estos cambios entran en vigor, los clientes no siempre serán capaces de usar la tarjeta de crédito. Los comerciantes también tendrán la capacidad de rechazar una tarjeta en particular si consideran que las tarifas de intercambio son demasiado altas. Actualmente, los comerciantes tienen que aceptar todos los productos bajo una misma marca; por ejemplo, Visa. “Los consumidores quieren tener la posibilidad de usar la tarjeta para comprar cualquier cosa”, señala Shawn Miles, director de políticas públicas globales de MasterCard Worldwide. Esta legislación es anticonsumidores.
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Este es el resumen del artículo "Las tarifas de intercambio, malas compañeras" publicado en Noviembre 9, 2009 en la revista Business Week.
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