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¿Puede la tecnología salvarnos del cambio climático? | 
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| Emprendedores e inversionistas están a la vanguardia del entusiasmo sobre las tecnologías limpias, enfrascándose en proyectos en cualquier campo relacionado con la energía. Pero la decepcionante realidad es esta: aún cuando estas tecnologías tienen gran potencial, podrían no ser aprovechadas hasta que sea demasiado tarde; la historia demuestra que las novedades tecnológicas tardan décadas en llegar a los mercados masivos.
Para reducir las emisiones en la mitad en los próximos 40 años, como sugieren los científicos, las tecnologías limpias deben ser implementadas a gran escala, lo cual en el pasado, ha tomado entre 19 y 30 años. Los inventos tecnológicos suelen tener numerosos obstáculos en el camino de la incubadora al mercado, incluyendo falta de capital, riesgos tecnológicos, patentes, competencia y bloqueos de las empresas tradicionales.
Como los cambios climáticos irreversibles ya los tenemos encima, no hay tiempo para sentarse y esperar a las grandes innovaciones. Las empresas tienen que hacer cambios e inversiones de inmediato. Los inversionistas e inventores deben comprender bien y rápidamente cuanto de las emisiones de carbón se puede reducir, y qué innovaciones pueden lograrlo en forma efectiva en el menor tiempo posible.
Para responder a los retos de la energía global, las empresas y los gobiernos necesitan la confianza que les puede proporcionar un marco conceptual que pueda predecir la velocidad de la innovación y aplicación de la tecnología limpia (tomando en cuenta la brecha entre ambas), y que revele cual de las tecnologías prometen mas beneficios en menos tiempo. Lo que hace falta es el equivalente la Ley de Moore (ideada por Gordon Moore en 1965, dice que cada 18 meses se duplicaría la cantidad de transistores en un microchip, y en consecuencia su velocidad; se convirtió en el pilar de la industria de Tecnología de Información).
Por supuesto que sería más complicado, ya que la tecnología limpia es un conjunto de tecnologías y procesos, cada una de ellas con sus propias leyes físicas, riesgos y ciclos de inversión, y cubren distintos sectores como viento, sol, biomasa, etc. Sin embargo, creemos que es posible.
Uno de los posibles puntos de partida es la relación entre la actividad de patentes y la implantación de tecnología. Luego de examinar más de 50 mil patentes e implantaciones de tecnología limpia, se encontró una correlación interesante: en ciertos sectores, la implantación tiende a dispararse pocos años después de un aumento drástico en las patentes. Con esto, se podría predecir cuando crecerían las implantaciones.
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Este es el resumen del artículo "¿Puede la tecnología salvarnos del cambio climático?" publicado en Enero 2009 en la revista Harvard Business Review.
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