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Los cuatro grandes errores de las Fundaciones |
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| Hemos sido “amigos” por largo tiempo. Nos llamamos. Usted nos regresa la llamada unas cuantas semanas después. Nos aferramos a cada palabra suya. Parecemos ser de su agrado también, ya que nos envía cheques, aunque son de una cantidad inferior a la que esperamos. Pero la verdad es que, realmente no nos hablamos. Nosotros los que estamos en el mundo de los sin fines de lucro dependemos de usted, de sus fundaciones y de sus cheques hermosamente escritos con el nombre de un magnate sobre ellos; de acuerdo a una cuenta reciente, usted posee US$628 mil millones que nos podría donar. Aun así, seamos honestos: nuestra relación está cargada. La mayoría de nosotros no le expresamos realmente lo que sentimos hacia usted. No decimos cuando ha tomado una mala decisión, debido a que en este petulante mundo de la abundancia de dinero (el suyo) y el pequeño de los sin fines de lucro (nosotros) eso sería descortés –y de mi parte, estúpido. Tememos perder su dinero.
Aunque si de verdad nos encontramos en este negocio de hacer el bien –y si de verdad vamos a ser socios– entonces vamos a necesitar un poco más de honestidad. Así que aquí hay algunas cosas que deseamos que usted deje de hacer –en conjunto con una promesa que le haré– lo que mejorará nuestra relación del cielo a la tierra.
1. Deje de pensar que lo sabe todo: no asuma que su diploma de doctorado –el cual veo en el muro cada vez que le visito– quiere decir que usted entiende los desafíos de ejecutar e implementar alguno de los buenos planes que financia. Usted tiene cantidades de ideas y puede escribir ensayos sobre combatir la depresión y suicidio en los jóvenes. Pero probablemente todavía no sabe tanto sobre ello como los amigos de To Write Love on Her Arms or the Trevor Project, quienes trabajan con gente que sufre todos los días.
2. Deje de confundir el marketing con los gastos generales –y deje de odiarlos: todos manejamos negocios y tenemos más gastos de los que queremos. Pero su constante abstinencia en que nosotros gastamos mucho en personal de comunicaciones, diseño gráfico y relaciones públicas está equivocada. El “aumentar” quiere decir que la gente necesita saber de nosotros. Además significa que tendremos que invertir dinero en gastos que usted etiqueta con la palabra más injustamente peyorativa en nuestro negocio: gastos generales.
3. Deje de financiar la redundancia: existe una cantidad ridícula de repetición en nuestro sector –mucha de ella alentada por la manera de cómo pedimos un financiamiento, pero además aupada por la manera en que usted financia. Sea menos como Santa Claus, quien visita los hogares de todos los niños y niñas buenas, y más como Warren Buffet, quien escoge objetivos que logren un sentido a largo plazo y atrae a inversionistas inteligentes con él.
4. Deje de pensar que lo más nuevo es lo mejor: a todos nos gustan los juguetes nuevos. Una y otra vez, usted nos dice “tráiganos algo nuevo”. Quisiéramos que usted se pusiera detrás de los programas con registros de seguimiento probados para que pudiéramos enfocarnos en hacerlos mejor, en vez de aparecernos con un artefacto para llamar su atención. Sabemos que mucho de lo que hacemos no es atractivo, pero es importante; piense en financiar a las “Betty La Fea” de los sin fines de lucro también.
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Este es el resumen del artículo "Los cuatro grandes errores de las Fundaciones" publicado en Febrero 2010 en la revista Fast Company.
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