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Rey del mundo (otra vez) | 
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| El director James Cameron ya no sólo será conocido por la calidad de sus producciones, sino por los retos multimillonarios que emprende al frente de la peor crisis crediticia de estos últimos tiempos. Su última creación cinematográfica en 3D, “Avatar”, es uno de sus proyectos más ambiciosos que convertirá a Cameron, con certeza, en la fuerza comercial más poderosa en la industria moderna del cine.
Sin duda alguna, Cameron es el director de Hollywood del momento gracias al revuelo que ha tenido con Avatar y los dos Globos de Oro que ha recibido por ella. Para este momento, la película habrá superado los us$ 1,84 mil millones en taquilla, marca establecida por Titanic, la anterior producción del director y la película más taquillera en la historia del cine.
Si bien Titanic recaudó us$ 1 mil millones en varios meses, Avatar superó con creces ese cometido, marcando el mismo hito en apenas 17 días. Este éxito se debe a que los cines cobraron un 30% más por entrada al tratarse de una película en 3D. Es por ello que, con el desarrollo de la era tridimensional, Cameron busca revolucionar la dinámica económica y el futuro del mundo del cine.
La introducción de esta nueva modalidad cinematográfica, sin embargo, no fue una tarea fácil para el director, quien pasó por serias dificultades para conseguir financiamiento para un presupuesto de us$ 237 millones. Pese a su gran historial de películas taquilleras, las productoras, entre ellas Fox, temían arriesgar demasiado con la creación tridimensional de un mundo alienígena.
Ante este obstáculo, Cameron se vio en la necesidad de convertirse en un empresario e inventor. Con sus propios fondos, desarrolló una tecnología basada en un equipo de cámaras capaces de capturar imágenes en dos y tres dimensiones simultáneamente. Todo esto no sólo con miras a llevar Avatar a la gran pantalla, sino también a vender posteriormente su creación a la meca de Hollywood. De hecho, ya otros directores con ambiciones cinematográficas similares, compañías tecnológicas, como Sony y Panasonic, e incluso agencias publicitarias ya se han mostrado dispuestos a pagar por el invento de Cameron y así llevar proyecciones y comerciales en 3D tanto al cine como a los hogares, a través de equipos cinematográficos, TV y reproductores de DVD con tecnología tridimensional.
Después de eso, el director empezó a 1) instruirse sobre programas de animación para visualizar la incorporación en tiempo real de actores en un mundo digital, 2) reducir costes, 3) persuadir otras productoras y estudios en búsqueda de financiación. No obstante, Fox decidió aceptar el multimillonario proyecto de Cameron, distribuyendo la carga financiera con otros socios, como Ingenious. Hoy en día, el éxito de la película demuestra que asumir el reto valió la pena, y el famoso director no descarta hacer una saga de Avatar, haciendo uso de su creación y aprovechando la gran acogida que tuvo el cine en 3D por la audiencia.
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Este es el resumen del artículo "Rey del mundo (otra vez)" publicado en Febrero 1, 2010 en la revista Business Week.
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