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Estrella roja sobre Irak | 
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| Todo apunta a que el proyecto de explotación conducido por las grandes petroleras British Petroleum (BP) y la Corporación Petrolera Nacional de China (CNPC) en el yacimiento petrolífero Rumaila, ubicado al sur de Iraq, se convertirá en el trabajo de mayor envergadura conocido en la historia petrolera del mundo.
Rumaila, un depósito iraquí de 50 millas de largo de crudo ligero, con reservas estimadas de 16 mil millones de barriles y una producción que se posicionará como segunda por debajo del yacimiento de petróleo Ghawar en Arabia Saudita, se vaticina como la gran promesa de Iraq.
Debido al atraso al que ha sido sometido este yacimiento petrolero desde los años 70, los iraquíes han decidido contratar BP y CNPC el año pasado para aumentar, en siete años, la producción de Rumaila de 1,06 millones de barriles/ diarios a 2,85 millones, para lo que se requerirá la contratación de miles de trabajadores, la construcción de nuevos pozos y la inversión de miles de millones de dólares.
En el proyecto, BP cuenta con la mayor participación (38%) y la petrolera china, con 37%; el restante queda en manos de una compañía iraquí. Si bien la baja tarifa por barril que impuso BP ha causado gran revuelo, el verdadero foco de atención en este acuerdo petrolero ha resultado ser el rol de China, que servirá de enlace entre el país con mayor demanda energética del mundo y la ambición iraquí de tener la mayor capacidad de producción petrolera.
Aunado a esto, la estatal petrolera china es una de las pocas petroleras extranjeras con experiencia operativa en suelo iraquí, pues ya había ganado los derechos para explotar el yacimiento Ahdab. BP, por su parte, aprovecha sus buenas relaciones con la empresa petrolera para hacer negocios y estrechar relaciones con China.
Sin duda alguna, CNPC representa un buen aliado para el acuerdo, pues, además de tener fácil acceso a créditos de bancos chinos, cuenta con 1) capacidad sobrante, 2) bajos costes laborales y gerenciales, 3) plataformas petrolíferas, 4) equipos disponibles para un despliego rápido en Iraq, 5) experiencia en manejar a miles de empleados a distancia, explotar yacimientos terrestres, perforar pozos y construir terminales petroleros, refinerías y oleoductos para el transporte del petróleo iraquí a los mercados globales.
Este proyecto de explotación petrolera, sin embargo, no se librará tan fácilmente de varios grandes obstáculos en Iraq, como disputas sectoriales, corrupción, inestabilidad gubernamental y el aún recelo contra las empresas extranjeros.
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Este es el resumen del artículo "Estrella roja sobre Irak" publicado en Febrero 1, 2010 en la revista Business Week.
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