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Lula, saneado | 
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| Hace algún tiempo era considerado indecente convertir personas en mito o realizar películas sobre ellas, en vida. El ciclo parece ser más corto ahora. Gandhi tuvo que esperar hasta 34 años después de su muerte antes de aparecer en las pantallas cinematográficas alrededor del mundo. George Bush hijo, por el contrario, fue víctima de un film biográfico de Oliver Stone durante el último año de su mandato presidencial. Ahora un director brasilero, Fábio Barreto, ha hecho lo mismo con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mientras que él comienza su último año de gestión.
“Lula, el Hijo de Brasil” relata la historia de un chico pobre que hace el bien, uno que dejó sus defectos en la tabla de cortar y su virtudes en primer plano. Es controversial dado que Lula espera asegurar la elección de su sucesora seleccionada, Dilma Rouseff, en octubre. El film “promueve la veneración de un mito político”. Incluso antes de ser estrenada, la revista Veja señaló que muchas de las compañías que financiaron su producción (la más costosa en la historia del cine brasilero) no han ni ganado ni esperan ganar contratos por parte del gobierno.
Apartando todo eso, el film se deja ver bastante. Éste se inicia en el noreste pobre, donde Lula nacía dentro de un paisaje con deslumbrantes tierras rojas y cactus, concluyendo con su ascenso como líder sindical de los trabajadores metalúrgicos en la faja industrial de Sao Paulo en los años 70. No obstante, esta es la versión dulce de la historia. Se muestran los reveses de Lula: el dedo meñique que perdió en una tornera, la muerte de su primera esposa e hijo en labores de parto. Pero él es demasiado bueno para ser verdad: un buen estudiante, esposo perfecto y moderador político que aborrece la violencia.
Al film le va bien en la taquilla. Sus productores dicen que se proyecta con más fuerza en el noreste que en el populoso sureste, lo que refleja las posibilidades de la Sra. Rousseff en las encuestas. Existen planes de exhibir el film en pantallas móviles en lugares fuera de los cines. Éste podría ser transmitido por televisión, aunque no existen negociaciones aun para tal fin.
Todo esto ayuda a un proceso de mitificación en torno a Lula que ya está bastante encaminado. Las que se encuentran agarrando algo del polvo de estrellas de Lula son las mejores esperanzas de la Sra. Rousseff en capturar la presidencia en octubre y existen algunas señales de que esto suceda. La brecha entre ella y José Serra, su principal contendiente, se redujo a la mitad entre marzo y diciembre del año pasado y ahora se coloca en 14 puntos. El competir en contra de una leyenda del celuloide no es fácil.
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Este es el resumen del artículo "Lula, saneado" publicado en Enero 23, 2010 en la revista The Economist.
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