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El rápido despegue de Azul en Brasil | 
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| El empresario David Neeleman supo aprender de sus errores en sus anteriores experiencias con aerolíneas, como Morris Air, WestJet y JetBlue Aiways, para apostar por la incursión de un negocio relacionado con el mismo sector en un mercado emergente.
Pese a los tiempos inciertos, Neeleman constituyó una aerolínea brasileña de bajo coste, Azul Linhas Aéreas Brasileira, respaldada por la multimillonaria participación de empresas de inversión. Esta empresa no sólo goza de buena salud, sino que ha llegado a romper un nuevo récord en la industria, trasladando 2,2 millones de pasajeros en su primer año.
Si bien su experiencia laboral como gerente de operaciones de JetBlue Airways (JBLU) fue algo traumática para Neeleman dado a su repentino despido de la empresa, lo cierto es que la clave del éxito de la aerolínea Azul radica en su propio dueño, que ha sido incluso catalogado como un modelo de líder apasionado, una fuerza creativa.
En un principio, la idea del empresario consistía en constituir una empresa de etanol en California. No obstante, tras asesorar a unos amigos inversores en cuanto a la aerolínea brasileña BRA Transportes Aéreos, Neeleman capturó la oportunidad de hacer negocios en el país para luego crear su propia empresa de aerolíneas, de la cual posee un 15% y controla las acciones con derecho a voto.
Justo, cuando estaba concretando los planes de rutas y las acreditaciones de seguridad para volar, vino el colapso económico. Esto, sin embargo, no fue un obstáculo para el empresario, que apostó por poner en marcha sus aviones en diciembre de 2008.
Neeleman reconoce que emprender negocios en el mercado brasileño resulta un desafío no sólo en materia fiscal y de infraestructura, sino en todo aspecto; no obstante, Azul es considerada por el empresario como una oportunidad para revolucionar la industria y expandir la idea de los viajes aéreos a las masas.
Para llevar a cabo esa idea, el presidente de Azul pretende crear un nuevo nicho de mercado, con el que llegará al 52% de las familias brasileñas de clase media, la cual viaja generalmente por autobús. Anteriormente, varias aerolíneas han tratado de capturar este público sin éxito, ya que los pasajeros deben hacer frente a los altos costes de los pasajes, más los gastos complementarios que conlleva el traslado al aeropuerto. Basándose en este hecho, Neeleman propuso la idea de ofrecer no sólo boletos aéreos económicos, sino también un servicio de transporte terrestre gratuito para sus clientes.
Azul debe buscar la forma de 1) hacer un modelo de negocios sostenible, 2) sacar provecho de su nueva marca y sus bajos costes de mantenimiento y operaciones, 3) rastrear las acciones de la competencia y 4) estudiar nuevas estrategias de mercado.
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Este es el resumen del artículo "El rápido despegue de Azul en Brasil" publicado en Febrero 15, 2010 en la revista Business Week.
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