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Un mundo de conexiones | 
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| Facebook, la red de socialización en línea más grande del mundo, cuenta con más de 350 millones de usuarios. Si fuera una nación, sería la tercera más poblada después de China e India. Pero este no es el único dato que impresiona. Sus usuarios colocan hoy en día más de 55 millones de mensajes al día y comparten más de 3,5 mil millones de piezas de contenido cada semana. Además, el sitio se ha expandido nás allá de EUA: hoy en día, un 70% de su público está fuera de los EUA. Aunque Facebook es la red de socialización más grande del mundo, hay otras compañías que le pisan los talones: MySpace, dedicada a la música y el entretenimiento; LinkedIn, que atrae a profesionales; y, Twitter, un sitio de “microblogging”. Otros casos destacados son: Orkut, un servicio de Google que se ha vuelto muy popular en la India y Brasil; Skyrock, en Francia, VKontakte, en Rusia; y, Cyworld, en Corea del Sur.
Todo esto demuestra lo lejos que han llegado las comunidades en línea. Hasta mediados de los años noventa, no eran más que guetos para entusiastas de la informática, que no revelaban sus verdaderas identidades. Pero gracias a interfaces más sencillas y a los nuevos controles de privacidad, las redes de socialización se han convertido en vastos espacios públicos donde millones de personas interactúan abiertamente. Según ComScore, una firma de investigaciones de mercado, señala que las grandes redes sociales recibieron el pasado octubre más de 800 millones de visitas. “El mayor logro de las redes sociales ha sido reunir la humanidad en un lugar que antes estaba reservado a los especialistas en tecnología”, asegura Charlene Li, de la firma consultora Altimeter Group.
Otro logro de estas redes es que se han convertido en instrumentos fundamentales para las comunicaciones masivas. Con sólo actualizar una página personal en Facebook, los usuarios pueden anunciarles cualquier evento a sus amigos (y, a veces, al mundo entero). Además, pueden enviar videos, fotos y todo tipo de contenido con sólo pulsar el mouse. “Esto constituye una mejoría sin igual de la capacidad de comunicación de los individuos”, señala Marc Andreessen, veterano de Silicon Valley que ha invertido en Facebook, Twitter y Ning.
El increíble crecimiento de las redes sociales ha llamado la atención porque los sitios han puesto sobre el tapete las relaciones personales de la gente y las han hecho más cuantificables que nunca. También se han convertido en un importante vehículo de noticias, así como en grandes canales de influencia. Las redes sociales han generado una gran expectativa, que ahora deben satisfacer. De hecho, deben probarle al mundo que han llegado para quedarse. Deben demostrar que son capaces de generar retornos que justifiquen las increíbles valuaciones hechas por los inversionistas. Y deben hacer todo esto mientras le aseguran al usuario que su intimidad no será vulnerada. Los escépticos consideran que estas redes no son más que la expresión de otra burbuja. Esto es algo que está por verse.
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Este es el resumen del artículo "Un mundo de conexiones" publicado en Enero 30, 2010 en la revista The Economist.
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