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Las matemáticas de la revolución verde | 
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| Hace unos meses cuando Antanas Mockus comenzó su campaña presidencial, su equipo de seguridad constaba simplemente de su jefe de campaña corriendo unos metros delante de aquel. Pero, recientemente, el ex alcalde de Bogotá y fundador del nuevo Partido Verde, ha aparecido en automóviles a prueba de bala y rodeado de guardaespaldas. Con sólo cuatro semanas para las votaciones, ha logrado subir en las encuestas. De hecho, según una encuesta realizada esta semana por Invamer-Gallup, Mockus tiene 32% de preferencia, sólo tres puntos menos que Juan Manuel Santos, heredero del actual presidente de Colombia, Álvaro Uribe. Las encuestas señalan que Mockus podría superar a Santos en las siguientes semanas.
Hace unas pocas semanas, Santos era considerado el ganador. Santos es el artífice de la ofensiva contras las FARC que le ha valido a Uribe (electo en el 2002) una aprobación del 74%. Santos fue ministro de la defensa durante tres años y estuvo a la cabeza de varios golpes contra la guerrilla, incluyendo la liberación de varios rehenes. Además, Santos, un tecnócrata competente proveniente de una familia bien establecida, fue ministro de finanzas y de comercio. Sin embargo, no todo el mundo ve con buenos ojos los escándalos que han rodeado al gobierno. Todo esto ha dividido el partido de gobierno, de donde han salido otros dos candidatos presidenciales.
Mockus es muy diferente de Santos. Hijo de inmigrantes lituanos, es conocido por su honestidad. Además, Mockus, electo dos veces como alcalde de Bogotá, rechaza de frente los partidos políticos tradicionales. En una ocasión, cuando era rector de la Universidad Nacional de Bogotá, Mockus se bajó los pantalones para que unos estudiantes pusieran atención. Pero más allá de estos trucos, Mockus representa una revolución a nivel local que ha transformado varias ciudades colombianas. Otra razón por la que Mockus y sus aliados se han vuelto tan populares es que han dicho firmemente que son de centro. No están ni a favor ni en contra de Uribe. De hecho, Mockus ha dicho que continuará las políticas de seguridad del gobierno, pero sin violar los derechos humanos. Además, ha asegurado que nunca hablará con las FARC a menos que estas se acojan a la constitución.
¿Será indetenible esta marea verde? Las peroratas filosóficas de Mockus están bien alejadas de la realidad. De hecho, Mockus depende de otros líderes de su partido para encender a las masas. Otro problema es que su mayor fortaleza política, es decir, la libertad, es también su debilidad electoral, pues carece una maquinaria política a nivel local. Por otra parte, en caso de que ganara, le resultará muy difícil gobernar. En las elecciones legislativas de marzo, el partido de Mockus obtuvo sólo cinco escaños en el Senado (de 102) y sólo cuatro en la cámara baja. Dado que ha logrado un gran apoyo de la clase media bogotana, está claro que Mockus está aprovechando una tendencia de cambio que no quiere el continuismo de Uribe. Sin embargo, es posible que no logre convencer al mundo rural, tan afín al actual presidente.
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Este es el resumen del artículo "Las matemáticas de la revolución verde" publicado en Mayo 1, 2010 en la revista The Economist.
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