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Elecciones en Colombia: manteniendo el curso



Revista: The Economist
Tema: Negocios en Colombia
Fecha: Junio 5, 2010
Para un candidato que se enfrenta a un voto cerrado, Juan Manuel Santos parecía inusualmente calmado en vísperas de las elecciones presidenciales en Colombia el pasado 30 de mayo. Un antiguo Ministro de Defensa, el Sr. Santos era el candidato preferido de Álvaro Uribe, el popular mandatario saliente. Pero su aparente campaña mediocre habría permitido una carrera que pudo fácil convertirse en una lucha. Las últimas encuestas de opinión publicadas, realizadas una semana antes de las elecciones, le daban un empate con Antana Mockus, un antiguo alcalde de Bogotá cuyas palabras de nuevas políticas transparentes captaron la imaginación de colombianos pertenecientes a la clase media. Las encuestas además sugerían que, en una contienda entre los dos, el Sr. Mockus ganaría.

Pero el relajado Sr. Santos dijo que sus propias encuestas contaban una historia diferente –y resultó cierta. El dominó con el 47% de los votos comparado con tan sólo un 22% de Mockus. Su avasallante resultado subraya el cómo los colombianos desean sobre todo consolidar el progreso que se logró bajo el mandato de Uribe. Antes de llegar al poder en 2002, la nación había soportado más de la mitad de los secuestros en el mundo y su tasa más alta de asesinatos. La mayoría de Colombia fue devastada por guerrillas de izquierda y paramilitares de la derecha. El refuerzo en la seguridad por el Sr. Uribe redujo drásticamente la acción de las guerrillas y persuadió a que los paramilitares de desmovilizaran. Una mayor seguridad atrajo inversión extranjera y crecimiento económico.

La apuesta del Sr. Mockus es que precisamente por estas ganancias, los colombianos ahora tienen otras cosas por qué preocuparse. Él insistió en la importancia de la “legalidad democrática”, llamó a la vida y fondos públicos “sagrados” y dijo que en pacificar al país no debería haber “atajos”. El honesto idealismo del Sr. Mockus se extravió en la inocencia política. Él dijo que apoyaría la extradición de tanto el Sr. Uribe como la del Sr. Santos a Ecuador si las cortes allá persistían con acusaciones en contra de ellos tras el bombardeo a un campamento de las FARC a lo largo de la frontera en el año 2008 (Mockus posteriormente se retractó de ello). Él dijo que “admiraba” a Hugo Chávez, el presidente izquierdista de Venezuela, quien ha impuesto restricciones a las exportaciones colombianas y amenazara con una guerra. El Sr. Mockus luego afirmó querer decir que lo “respetaba”.

Tales errores les recordaron a los votantes que el renacimiento de Colombia podría ser reversado. El mismo Sr. Uribe capitalizó con un bombardeo de entrevistas por radio haciendo un llamado por la continuación de sus políticas. Aunque él fue legalmente impedido de apoyar a un candidato, esto fue de importancia para una campaña finamente encubierta por el Sr. Santos, el candidato de su Partido U. El día antes de la votación, el Sr. Santos se reunió con el Sr. Uribe en el palacio presidencial y lo acreditó con la victoria. Adicionalmente, siendo un antiguo independiente postulándose para el pequeño Partido Verde, el Sr. Mockus carecía de una máquina política para sacar el voto.

Es difícil ver cómo el Sr. Santos podría perder la segunda vuelta. Él ya ha recibido apoyo del Partido Conservador, el cual es parte de la coalición del congreso del Sr. Uribe y cuyo propio candidato no le fue tan bien. Otro antiguo uribista, Germán Vargas Lleras, quien llegara en tercer lugar con el 10% de los votos, también apoyó al Sr. Santos. Partes de la oposición harán lo mismo: muchos legisladores del Partido Liberal prefieren al Sr. Santos, quien al igual que el Sr. Uribe es un antiguo liberal, que a Mockus.

Para el Sr. Santos, la presidencia se encuentra tentadoramente cerca, pero no ha sido ganada todavía. Quizás la más grande amenaza a la cual se enfrenta en la segunda vuelta es a una baja concurrencia, en un país donde votar es voluntario. Sólo el 49% del electorado votó el pasado 30 de mayo. Pero él ha hecho la mayoría del trabajo pesado en persuadir a los colombianos a que se mantengan en el curso que el Sr. Uribe trazó.




Este es el resumen del artículo "Elecciones en Colombia: manteniendo el curso" publicado en Junio 5, 2010 en la revista The Economist.

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