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El gran robo del Cobre | 
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| Gracias al florecimiento del mercado del cobre, ladrones y escarbadores de basura en todo EUA están robando este metal de donde pueden, lo que impacta fuertemente los servicios ciudadanos del país, pues el cobre es el ingrediente principal de las líneas eléctricas, las cañerías de enfriamiento y calentamiento y los cables bajo tierra, todos componentes básicos del mundo moderno. Esto deja a las fuerzas del orden a nivel nacional luchando por entender la amplitud del problema y confrontarlo. Desde 2001 el precio del cobre ha ido desde menos de US$ 1 por libra hasta alrededor de US$ 4 por libra y como consecuencia, en los últimos tres años los ladrones han incapacitado 130 torres de celulares en 17 jurisdicciones en el este de Virginia y en Carolina del Norte. En Ohio sacaron el cable de una torre de control de aviones poniendo en peligro los vuelos y en Pinal County, Arizona, arruinaron el sistema de irrigación, causando daños por US$
10 millones y la pérdida de la cosecha. En Jackson, Mississippi, robaron el cobre de cinco sirenas, que luego fallaron al tener que anunciar la proximidad de un tornado. Y el mayor costo no es lo que se llevan, sino la reparación de los daños
El problema del cobre es, por supuesto, algo de oferta y demanda y la mayoría de los ladrones le siguen la pista a los precios en los mercados. Ahora mismo, el suministrador es EUA y la demanda es en China. La demanda en EUA de cobre refinado llegó a un máximo de unos 3.3 millones de toneladas métricas en 2000 y ha descendido hasta un estimado de 1.8 millones de toneladas en 2009, mientras China cruzó el límite de los 3 millones de toneladas en 2003 y ha aumentado el consumo en un 15.5% desde hace un año, debido a proyectos de construcción masiva como los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, y el florecimiento de la industria. En 2009 los EUA embarcaron un estimado de 843,000 toneladas métricas de cobre usado -suficiente para hacer alrededor de 18,000 estatuas de la Libertad- principalmente a China. En los primeros nueve meses de 2010 han embarcado un 20% más que durante el mismo período del año anterior.
Para los piratas del cobre, hay mucho más que robar. Se estima un exceso de 125 mil millones de libras que esperan en urbanizaciones no ocupadas aún, edificios destruidos, y productos descartados por los consumidores. Esto se incrementa en alrededor de 1.8 mil millones de libras por año. Mientras más procese un parque de chatarra, más beneficios obtiene. El metal es generalmente limpiado, desprovisto del aislante, cortado en pequeñas piezas, o embalado en bultos más grandes para un transporte más fácil. Mucho es vendido a los exportadores que operan fuera de Houston o Galveston, ambos a menos de 300 millas de Dallas. Cuando llega a China, generalmente es refinado y puesta a disposición de la producción.
Un nuevo enfoque establecido por la policía de Dallas en base a penetrar los parques de chatarra para resolver el robo de cobre está dando sus frutos y ha derivado en un modelo para otras ciudades. Mientras que la unidad de metales resuelve solo el 10% de los casos reportados, ha habido una mejora en las cifras totales, en parte por algunas pautas condenatorias del estado. En 2009, Texas convirtió en felonía el interrumpir cualquier servicio público o línea de transportación o poseer tubería de cobre o condensadores robados. En abril del 2008, Dallas estaba promediando más de 300 reportes de robo de metal por mes. En 2010, los robos reportados son hasta de 130 por mes (alrededor de cuatro diarios).
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Este es el resumen del artículo "El gran robo del Cobre" publicado en Noviembre 29, 2010 en la revista Business Week.
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