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¿Un futuro negro para el sector de energías renovables en España? | 
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| Durante la mayor parte de este año, en España los proveedores de energías renovables han estado en ascuas. La incertidumbre se ha instalado en el sector desde la primavera, cuando el gobierno aprobaba titubeante nuevas normas “para apretarse el cinturón” que podrían tener un enorme impacto sobre las cuentas de resultados de los proveedores.
Ahora el suspenso parece haberse desvanecido. En julio, el Ministro de Industria y el sector eólico firmaban un acuerdo para reducir en un 35% los subsidios a los generadores de energía eólica; el acuerdo entrará en vigencia el 1 de enero de 2013 y éste fue reconfirmado a principios de diciembre debido a la información que circulaba sugiriendo la suspensión de dicho acuerdo. Asimismo, en noviembre, el gobierno anunciaba reducciones de las tarifas en el sector solar fotovoltaico. No obstante, los expertos afirman que los meses de incertidumbre han generado una vacuna anti-regulación que acabó con todo posible interés por parte de los inversionistas en el que hasta hace poco era uno de los sectores más dinámicos en España.
Con esta táctica “de punto muerto”, el Gobierno en Madrid ha logrado disuadir la construcción y puesta en marcha de nuevas instalaciones de energías renovables. Después de años ofreciendo subsidios, se ha generado un alarmante elevado déficit tarifario eléctrico que ha obligado a los burócratas del gobierno a rectificar en sus políticas. El déficit –unos 19.500 millones de euros– se ha ido acumulando desde que el gobierno fijara tarifas que permitían a los consumidores pagar menos por su electricidad de lo que costaba generarla y distribuirla. Las empresas surtidoras –en particular Endesa, Iberdrola y Gas Natural– estuvieron de acuerdo en aceptar semejante recorte en su cuenta de resultados a cambio de que el gobierno al final les recompensase, en parte, emitiendo bonos.
Hasta ahora, el sistema de tarifas ha sido de gran provecho para el sector de energías renovables del país. Desde 2001, y para incentivar el desarrollo del sector, el gobierno creó precios por encima del mercado para energías renovables, como la eólica o la solar. Por ejemplo, en España las plantas de energía solar fotovoltaica, que convierten directamente la luz del sol en electricidad, han recibido un precio diez veces superior al precio de mercado. Pero ahora, como los costes de producción de energías renovables han disminuido, el gobierno quiere reducir los altos precios.
En España, la energía eólica alcanzaba récords en 2010 debido a los nuevos registros del año anterior. Las granjas eólicas debían registrarse antes de poder encender sus turbinas. Según la Asociación Empresarial Eólica, o AEE, la burocracia provocó siete meses de retrasos para varias granjas que estaban listas para ponerse en marcha pero tuvieron que esperar al visto bueno de la administración y en consecuencia, la nueva producción de energía eólica en la primera mitad del año fue de 727 megavatios.
No obstante, los expertos están de acuerdo en que, a pesar de la bajada de los precios, la energía eólica crecerá aunque de forma más lenta que en los últimos años. Las empresas españolas Iberdrola Renovables y Acciona son los mayores productores, con 10.350 megavatios y 6.230 megavatios a finales de 2009, respectivamente.
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Este es el resumen del artículo "¿Un futuro negro para el sector de energías renovables en España?" publicado en Diciembre 15, 2010 en la revista Knowledge @ Wharton.
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