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Superestructuras inteligentes | 
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| La ingeniería civil del futuro no descarta incluir sensores y otros equipos en los puentes, túneles y edificios para convertirlos en estructuras inteligentes capaces de reportar su condición actual y actuar cuando surjan problemas, sin la necesidad de hacer inspecciones regulares.
Cualquier estructura inteligente está compuesta por un conjunto de sensores, pequeños equipos que miden las condiciones físicas alrededor de la estructura, tales como temperatura, vibración, presión. Esta información es procesada por un software que proporciona un control continuo de la integridad de la estructura.
Si bien estos sensores habían existido desde hace décadas, lo cierto es que no habían sido explotados ya que requerían cables para transportar la electricidad y los datos, lo que resultaba muy costoso y consumía mucho tiempo. De allí que, ahora, con la tecnología inalámbrica, la miniaturización de piezas eléctricas y las mejoras en las baterías y radios, el futuro de los sensores suena muy promisorio.
Varios equipos de investigadores han estado trabajando en esto; unos han construido una línea de tuberías en donde los mensajes se van enviando entre sensores cercanos hasta llegar a la sede central para el análisis, lo que permitiría que los nodos sensores tengan radios menos potentes y, con ello, ayudar a un ahorro energético.
Estas redes de sensores inalámbricos podrían ser incorporadas a las estructuras existentes, considerando las mejores ubicaciones para su montaje y así minimizar la interferencia y aumentar su desempeño. No obstante, para construir redes más grandes, los sensores deben hacer tareas más inteligentes, tales como procesar parte de los datos, enviar la información que realmente se necesite, ahorrar energía a través del encendido ocasional de radios.
A su vez, para evitar el cambio de baterías, muchos de los nodos reciben energía por medio de pequeñas turbinas eólicas o células solares, lo que permite mantenerlos encendidos indefinidamente.
Las estructuras inteligentes estarán también equipadas para absorber oscilaciones o vibraciones causadas por fuertes vientos o terremotos; sin embargo, se está estudiando la posibilidad de construir sistemas semi-activos que permitan ser ajustados según convenga.
De mejorar su alcance, los sensores inteligentes podrían incluso 1) precisar los sistemas de calefacción y enfriamiento en los edificios, 2) gestionar las energías renovables, 3) manejar emergencias, tales como rupturas de tuberías de agua o apagones.
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Este es el resumen del artículo "Superestructuras inteligentes" publicado en Diciembre 11, 2010 en la revista The Economist.
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