|
El rey chino del comercio electrónico |
|
| En un país como China, donde los millonarios suelen ser los hijos de los políticos, Jack Ma destaca. Intentó dos veces entrar a la Universidad, sin éxito. Aprendió inglés escuchando radio. Se topó con la Internet en EUA, durante un viaje a mediados de los 90; escribió “cerveza china” en un buscador y no obtuvo resultados, concluyendo que allí había una oportunidad.
En 1999 comenzó Alibaba.com para ayudar a pequeñas empresas a conseguir clientes y proveedores sin tener que pasar por intermediarios. Ahora cuenta con unos 57 millones de clientes en casi todos los países. Se le compara con eBay, pero se parece más a las páginas amarillas.
Otro de sus negocios, Taobao.com, le vende al consumidor. Sus 300 millones de clientes vendieron us$ 29 mil millones en el 2009. Es una mezcla de Amazon y eBay, operando un “centro comercial” en línea en el cual cualquier ciudadano chino puede vender cualquier cosa (legal) a cualquier otro, generando ingresos por publicidad.
En negocio marcha muy bien, pero Ma no se piensa quedar allí. Ve oportunidades por todas partes, y las está aprovechando.
China tiene millones de pequeños emprendedores, pero un sistema financiero primitivo. Para aumentar el tráfico en sus webs, Ma lanzó Alipay en el 2004, que sustituyó PayPal (prohibido hasta hace poco). Cuenta actualmente con 470 millones de usuarios en el mundo, y más de 500 mil comerciantes chinos lo aceptan. En algunas ciudades chinas, utilizan Alipay hasta para pagar los servicios públicos. Un nuevo servicio, Ali-loan (Ali-créditos), aunque no otorga créditos, trabaja con los bancos para ayudarles a determinar si un pequeño solicitante es merecedor de un crédito. Esto lo puede hacer con las toneladas de datos que almacena, y que revelan si una pequeña empresa paga sus cuentas a tiempo.
No todo es fácil para Ma. El mercado de Internet en China es muy competido, y evoluciona muy rápido. Baidu, el principal motor de búsqueda, no le ha atacado aun, pero podría hacerlo. Por otro lado, es difícil conseguir buenos empleados, y los sueldos de estos van en rápido aumento.
Quizás el principal reto es su apuro por crecer. Alibaba no se ha esmerado mucho en ganar dinero. La mayoría de sus servicios son gratuitos; los clientes sólo pagan por ciertos extras, como aparecer en el tope de los listados. Esto lo han hecho adrede: piensan que el tamaño eventualmente traerá su recompensa. Pero los inversionistas no están dispuestos a esperar demasiado.
Alibaba cuenta con un activo inmenso y subexplotado: los datos que han acumulado sobre los hábitos de consumo de la emergente clase media china. Aunque aseguran que no piensan violar la privacidad de sus usuarios, ciertamente podrían beneficiarse de todo lo que saben. Por ejemplo, están en la capacidad de identificar tendencias y anticipar qué quieren los clientes. También podrían explotar mejor su servicio de “evaluación crediticia”, e incluso ayudar a los consumidores a obtener financiamiento. Claro que esta es un área sensible, ya que el gobierno es quien controla el otorgamiento de créditos a través de los bancos, y los dirige hacia las empresas amigas. Si el ciudadano común llegara a contar con acceso al crédito, podrían considerarlo una amenaza.
|
Este es el resumen del artículo "El rey chino del comercio electrónico" publicado en Enero 01, 2011 en la revista The Economist.
Vea otros artículos publicados en The Economist u otros artículos sobre Comercio Electrónico.
deRevistas.com traduce y resume los mejores artículos publicados por las revistas más prestigiosas de Negocios y Gerencia. Cada quincena, le enviamos a nuestros suscriptores un nuevo ejemplar con unos 30 resúmenes.
|