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Adaptarse a la 'nueva normalidad': Consecuencias de las elevadas tasas de desempleo a largo plazo | 
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| La incertidumbre económica de EUA, según los especialistas, tendrá efectos a largo plazo para empleadores y empleados, que deberán ajustarse a la "nueva normalidad". Para los primeros, que evitan contratar, significa perder una posible generación de personal preparado. Para muchos trabajadores que están en paro por meses o años, es la amenaza del desempleo permanente, pues al recuperarse la economía habrán perdido habilidades y no estarán listos para retomar sus funciones. Un informe basado en la opinión de 51 economistas prevé avances modestos inferiores a 150.000 nuevos empleos mensuales hasta el final de 2011, y una pobre recuperación del mercado de trabajo. Se describen tres factores principales contrarios a la recuperación más rápida de la economía: 1) las empresas lograron aumentar su productividad con la fuerza de trabajo disponible; 2) la recuperación ha sido accidentada y volátil y no hay certeza de que sea sostenible, y 3) inseguridad en relación a las políticas adoptadas por el gobierno.
El gobierno podría conceder incentivos a las empresas para contratar en áreas que necesiten trabajadores capaces, pero ociosos, o crear programas que ayuden al trabajador a mudarse a regiones donde haya empleo. Pero el desempleo aumentó en casi todas las ocupaciones e industrias debido, en gran parte, a una demanda agregada escasa: si la gente no compra, las empresas no producen y las tasas de interés ya están en el nivel más bajo posible. El estímulo federal de US$ 800.000 millones aprobado en 2009 salvó unos 2 millones de empleos a inicios de 2010, pero su impacto era cero a fines de agosto, y el apoyo a otro paquete es poco probable. A medida que la economía gana velocidad, la generación de nuevos empleos puede ocurrir fuera de los EUA. Muchas empresas grandes y medias están explorando el potencial de economías emergentes, como India y China, lo que convierte a la recuperación en un desafío muy difícil.
Mientras tanto, las empresas con algún dinero que invertir optan por contratar a tiempo parcial o subcontratar, buscando aumentar la producción sin atarse a nadie, por si la demanda disminuyera. Sin embargo, la rotación es cara y si la empresa no contrata gente nueva un determinado año, cuatro años después tendrá grandes lagunas en su personal y le faltarán profesionales en la gerencia. Los empleadores pueden darse el lujo de imponer muchas exigencias, pues al trabajador, agradecido por tener un empleo, no le importa asumir otras responsabilidades, o hacer horas extras; pero las personas se irán estresando y mucho trabajo a largo plazo se irá quedando sin hacer, lo que comenzará a notarse en uno o dos años. Para los expertos, los desempleados estarán peor los próximos años. Muchos tendrán que hacer nuevos entrenamientos o cursos universitarios para conseguir empleo.
Para algunos economistas, las ampliaciones de los beneficios a los desempleados han exacerbado los efectos negativos del desempleo (pues se pierde la disciplina de despertar e ir al trabajo cada día y se atrofian las habilidades, al estar mucho tiempo sin empleo). Para otros, los subsidios permiten mantener al desempleado en contacto con el mercado y ya el desempleo es un incentivo enorme para buscar entrenamiento u otras opciones. Otro cambio es que cuando el desempleado vuelve al trabajo, siente la presión de ser más emprendedor, la inseguridad le hace estar menos unido a una empresa y siempre muy atento al mercado de trabajo. Son muy pocos los estudiantes de escuelas de negocios que hoy piensan en pasar la vida en una misma empresa, a menos que sea la suya. Prefieren comenzar algo que puedan controlar después.
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Este es el resumen del artículo "Adaptarse a la 'nueva normalidad': Consecuencias de las elevadas tasas de desempleo a largo plazo" publicado en Enero 25, 2011 en la revista Knowledge @ Wharton.
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