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La destitución de Muhammad Yunus o cómo la política puede acabar con Grameen Bank |
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| El pasado 4 de abril la Corte Suprema de Bangladesh alegó que el Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus, de 70 años, fundador en Bangladesh del banco de microcréditos Grameen Bank, seguía siendo el director ejecutivo de ese banco de manera ilegal tras haber superado los 60 años de edad. La Corte se puso del lado del Gobierno de Sheikh Hasina Wazed y del banco central y decidió destituirlo de su cargo. Hay quienes opinan que detrás de esta destitución hay muchos intereses ocultos.
Este banco se había ganado la confianza colectiva en el creciente sector de las microfinanzas globales por su promesa de acabar con la pobreza ofreciendo capital a millones de personas pobres y sin crédito. Ahora se le acusa, al igual que a otras intituciones microfinancieras globales, de explotación y de obtención de beneficios mediante tácticas de ventas y cobranzas de tipos de interés de dos y tres dígitos. Entre los efectos más dramáticos están los suicidios que tuvieron lugar en la India el pasado otoño.
La tragedia reveló las tácticas agresivas de ventas y de recaudación de las instituciones microfinancieras y su molesta relación con los Gobiernos. Fue el motivo perfecto para imponer una estricta regulación. Pero Grameen Bank sólo ha estado en la vanguardia del desarrollo del microcrédito en este país con una alta densidad de población (147 millones de habitantes) con el propósito de apoyar a los más pobres. También son muy pocos los líderes ejecutivos que pueden estar a la altura del Premio Nobel.
Con más de ocho millones de clientes, Grameen no ha hecho más que crecer. El banco ha concedido créditos por 10.300 millones de dólares desde que empezó sus operaciones en 1976 y tiene una tasa de recuperación de las inversiones de alrededor de 97%. Ha duplicado el número de oficinas en los últimos 10 años. En la actualidad cuenta con más de 2.900 y emplea a más de 23.000 personas, incluyendo más de 13.000 agentes. El préstamo promedio es 123 dólares y el coste anual por deudor es de 8 a 13 dólares.
En 2009, Grameen tenía 1.500 millones de dólares en activos y un rendimiento del capital del 5,64%. Para algunos Yunus y Grameen están pagando un elevado precio por su exitoso crecimiento. Pero otros opinan que Yunus cometió un grave error en 2007: entrar en la política, aunque haya sido por poco tiempo. Hay quienes lo consideran un competidor poco grato. Según los expertos, la política ha tenido un papel en la reciente crisis en la India y otras partes del mundo, en especial en tiempo de elecciones y promesas oportunistas.
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Este es el resumen del artículo "La destitución de Muhammad Yunus o cómo la política puede acabar con Grameen Bank" publicado en Mayo 03, 2011 en la revista Knowledge @ Wharton.
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