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El auge de las vallas | 
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| Las vallas en carreteras, los pósters en autobuses y escaleras mecánicas en el subterráneo y los avisos publicitarios en los terminales del aeropuerto solían ser el lado aburrido de la industria. Ya no más. Gracias a que los monitores de pantalla plana son cada vez más baratos y sofisticados, los pósteres impresos están siendo reemplazados por comerciales digitales muy atractivos, llenos de movimiento y sonido. A medida que desaparece el público de algunos medios publicitarios, especialmente los diarios, las calles, los aeropuertos y los demás espacios públicos se están llenando de espectadores potenciales.
MagnaGlobal, una investigadora de medios, predice que el gasto mundial en publicidad fuera del hogar se expandirá en un 8,3% en 2011 a US$ 26,4 mil millones, un crecimiento más rápido que el observado en otras formas de publicidad no pertenecientes a Internet. Se espera que el gasto en vallas digitales y pósteres se duplique en los próximos cinco años a US$ 5,2 mil millones. William Eccleshare, quien dirige las operaciones de la empresa publicitaria Clear Channel, considera que en algunos países más de 90% de sus negocios serán en formato digital hacia finales de la década.
Su archirrival, Jean-Charles Decaux, el jefe de la empresa francesa JCDecaux, concuerda en que habrá un cambio significativo al formato digital, pero principalmente dentro de los aeropuertos, estaciones de trenes, centros comerciales y otros ambientes controlados. Los avisos publicitarios en refugios de autobuses y otros sitios a la intemperie corren el riesgo de ser vandalizados. Así que tomará más tiempo implementar este tipo de publicidad.
Los anunciantes hablan constantemente de querer “comprometerse” con los consumidores. Esto los ha llevado a interesarse en las nuevas tecnologías digitales. JCDecaux, por ejemplo, se encuentra ofreciendo una aplicación gratuita para iPhone llamada U snap: cuando un consumidor mira un póster (de papel o digital) por algo que le llama la atención y le toma una fotografía con su teléfono, la aplicación la reconoce, le suministra información sobre el producto y cupones de descuento, y lo lleva directamente a la tienda minorista más cercana. Luego está la “alegrepublicidad” y la “tristepublicidad”, una idea con un tono algo siniestro en la cual las vallas con cámaras incorporadas captan el rostro del transeúnte y cambian la publicidad en la pantalla para hacerla corresponder con el humor del mismo.
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Este es el resumen del artículo "El auge de las vallas" publicado en Abril 23, 2011 en la revista The Economist.
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