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Los graduados de MBA de Dios | 
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| Desde temprana edad, los mormones son entrenados para enfrentar retos complejos, centrarse en sus objetivos, madurar rápidamente y finalmente construir una vida que va orientada hacia el éxito profesional. De hecho, son varios los grandes personajes de la historia cívica y corporativa de EUA que atribuyen sus logros a la formación que recibieron en esta religión.
Un día regular para un estudiante mormón empieza a las 6:30 am y culmina a las 10:30 pm e incluye 10 horas de clases y estudio. En la iglesia mormona, los niños aprenden a hablar en público, interactuar con las personas y enseñar para hacerles internalizar sus creencias. Todas estas tareas son guiadas por líderes designados según un orden jerárquico de grupos de jóvenes. Después de esto, los jóvenes mormones son destinados, según sus aptitudes, a cualquier parte del mundo a predicar su religión. Para muchos, esta experiencia les ha permitido: 1) reforzar su confianza, 2) desarrollar la capacidad de liderazgo y 3) definir oportunidades para el futuro. Una vez en el nuevo país, llevan durante dos años la vida de cualquier lugareño, en compañía de un joven mormón que puede proceder de un sitio diferente. Este acompañante podrá variar unas dos o tres veces.
Es entonces cuando el misionario, prácticamente aislado del mundo exterior y sin recibir noticia alguna de sus familiares, además de predicar durante 10 horas diarias, seis días a la semana, y de lidiar con los primeros rechazos de los extraños a la conversión religiosa, aprende a desarrollar habilidades interpersonales, conoce culturas, asuntos económicos e idiomas extranjeros que le ayudarán en su futura carrera profesional. Si ánimos de querer generalizar, existe una evidente relación entre la experiencia misionaria y el éxito en la vida profesional de los mormones, que constituyen menos de 2% de la población estadounidense. En pocas palabras, la fe y el trabajo están vinculados en la iglesia mormona.
Si bien esta religión no apoya la riqueza material sino el crecimiento personal y la autoconfianza, lo cierto es que la iglesia mormona funciona como un conglomerado global muy bien gerenciado; su patrimonio y finanzas han sido valorados entre US$ 25-30 mil millones, según la publicación Financial Times.
A diferencia de los hombres mormones que se llevan todo el éxito del liderazgo corporativo, las mujeres de esta religión suelen estar comprometidas con sus hogares, con la crianza de sus hijos, ya que la educación no es considerada un elemento vital para que ellas suban de estatus dentro de la iglesia mormona.
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Este es el resumen del artículo "Los graduados de MBA de Dios" publicado en Junio 13, 2011 en la revista Business Week.
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