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El gran negocio de los colocones sintéticos | 
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| Con sus laboratorios farmacéuticos improvisados y una red extendida de comercialización, la naciente industria de las drogas sintéticas ha tenido un revuelo impresionante tanto en EUA como en Europa, a partir de la fabricación de estupefacientes basados en compuestos legales, que poseen efectos similares al de la marihuana, la cocaína e incluso sustancias aún más fuertes. Muchos de estos preparados contienen como ingrediente clave un canabinoide sintético que imita el tetrahidrocannabinol, el componente activo de la marihuana, y son comercializados en forma de sales de baño, inciensos y desinfectantes.
Entre la gran variedad de drogas, el canabinoide sintético constituye la sustancia que mejor simula los efectos de las sustancias prohibidas, pero que es fabricada partiendo frecuentemente de compuestos legales. El crecimiento de este mercado ha sido tal que, en unos pocos años, ha surgido una cadena global de suministros vía Internet que produce, empaqueta y transporta narcóticos; un negocio que supone unos US$ 121 mil millones en Norteamérica.
Actualmente, en los EUA hay al menos mil fabricantes de drogas sintéticas de marcas reconocidas, pero este número ha ido incrementando considerando que 1) se usa el Internet como medio de compra, 2) la fabricación de estos narcóticos no resulta complicada, pues incluso se ofrecen tutoriales en YouTube, 3) su transporte es sencillo y 4) los controles de drogas son fácilmente evadidos ya que no deja evidencia en las pruebas de droga y los perros no logran detectarla.
La guerra en contra de estos estupefacientes sintéticos nunca termina y muchos vaticinan que nunca tendrá fin. Por un lado, crean leyes para prohibir los componentes sintéticos y, por otro, los fabricantes encuentran nuevas variaciones, analizan estudios clínicos para dar con sustancias menos conocidas, las importan de laboratorios en países extranjeros.
No obstante, las reformulaciones o algunos errores en las etiquetas pueden ser realmente peligrosos. Este tipo de sustancias actúan en varios puntos receptores del cerebro, lo que puede causar alucinaciones, acelerar el ritmo cardíaco, producir vómito, ataques y convulsiones. De hecho, el número de casos médicos registrados en pacientes que, tras consumir estas drogas sintéticas presentan dichos síntomas, ha aumentado considerablemente en los últimos años.
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Este es el resumen del artículo "El gran negocio de los colocones sintéticos" publicado en Junio 20, 2011 en la revista Business Week.
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