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La hija también asciende | 
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| El mundo emergente es el hogar de muchas mujeres de negocios. Siete de las 14 mujeres identificadas por la revista Forbes como millonarias que crearon su propia fortuna son chinas y muchas empresas en los mercados emergentes son más eficientes en cuanto a promover a las mujeres que sus rivales Occidentales. En China, el 32% de los gerentes principales son mujeres, comparado con 23% en EUA y 19% en Gran Bretaña. En India, 11% de los jefes ejecutivos de grandes compañías son mujeres, contra el 3% de los 500 jefes de Fortune en EUA y el 3% de los 100 jefes de FTSE en Gran Bretaña. En Brasil, el 11% de los jefes ejecutivos y el 30% de los ejecutivos principales son mujeres. Las mujeres jóvenes de clase media están superando a sus pares masculinos en educación. En los Emiratos Árabes Unidos (EAU) el 65% de los graduados universitarios son mujeres. En Brasil y China son un 60% y un 47%, respectivamente. Las escuelas de negocios se están feminizando rápidamente.
En “Ganando la guerra por el talento en los mercados emergentes: por qué las mujeres son la solución”, Sylvia Ann Hewlett y Ripa Rashid señalan que la mujer de negocios enfrenta obstáculos difíciles en los mercados emergentes. En los EAU, las mujeres no pueden viajar sin un chaperón masculino. En Rusia, el término “mujer de negocios” es sinónimo de prostituta. En cada mercado emergente las mujeres llevan sobre ellas la carga de las responsabilidades familiares. En muchos lugares los acuerdos son sellados con bebida y reuniones masculinas. La carga de trabajo para las mujeres de negocios puede ser destructiva. Un rápido crecimiento significa un cambio exhaustivo. Tener clientes en diferentes husos horarios, como es frecuente en las compañías globales asiáticas, lo hace más difícil. Más de un cuarto de las mujeres con altos cargos trabajan entre 8 y 18 horas más cada semana, comparado con hace tres años. Y el traslado diario al trabajo es generalmente horrible. A menudo tienen que lidiar con hombres con mirada impúdica, o tambaleantes, particularmente si trabajan hasta tarde.
Vivir en mercados emergentes ofrece muchas ventajas para las profesionales femeninas. Es obvio que hay mano de obra barata suficiente para cocinar y cuidar los niños. Y la cultura corporativa está cambiando muy rápido, porque las compañías están contratando a muchas personas jóvenes. La escasez de habilidades estimula una batalla para las inteligencias. En algunos países, las compañías esperan perder un quinto de su personal altamente calificado cada año, por lo que hacen cualquier cosa que pueda ayudarlos a mantener a sus talentos. Esto incluye volverse más amigable con las féminas. Muchas multinacionales han creado programas de mentores y redes de mujeres.
Las empresas inteligentes se centran en los dos mayores problemas de las mujeres trabajadoras en los mercados emergentes: cuidar de sus padres viejos, que es comúnmente más problemático que cuidar a los niños, y el traslado diario al trabajo. Un creciente número de compañías brindan flexibilidad en los horarios para que las mujeres puedan trabajar desde sus hogares. También ofrecen cobertura médica para los padres. Muchas brindan a su personal femenino transporte nocturno cuando trabajan hasta tarde. El rápido crecimiento de los mercados emergentes está sumando cada vez más mujeres a la vida corporativa. Y cuando ellas muestran su temple, las actitudes patriarcales comienzan a desaparecer.
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Este es el resumen del artículo "La hija también asciende" publicado en Agosto 27, 2011 en la revista The Economist.
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